



La revolución del HUD: cómo el parabrisas se convirtió en la pantalla más inteligente del coche
Hace apenas cinco años, los HUD eran exclusivos de los vehículos de lujo. Para 2025, se han generalizado, especialmente en China, donde casi el 70 por ciento de los coches nuevos ya incorpora algún tipo de proyección sobre el parabrisas. Los fabricantes europeos y coreanos avanzan rápidamente, demostrando que la cuestión ya no es si los HUD son necesarios, sino qué tipo marcará el próximo estándar del sector.
El nuevo BMW iX3 es uno de los primeros en prescindir por completo del cuadro de instrumentos tradicional. Su sistema Panoramic Vision proyecta los datos de conducción a lo largo de una franja negra en la base del parabrisas, de pilar a pilar. Este diseño elimina la necesidad de un cuadro de relojes convencional y mantiene la atención del conductor centrada en la carretera.
Aún más futuristas resultan las pantallas holográficas que desarrollan Hyundai Mobis y el especialista óptico Zeiss. Su tecnología utiliza una lámina HOE (Elemento Óptico Holográfico) que convierte el parabrisas en una pantalla transparente capaz de proyectar indicaciones de navegación, alertas de seguridad o incluso entretenimiento directamente en el campo de visión del conductor y el pasajero, cada uno con su propio canal privado. La producción en serie está prevista para 2029.
Los HUD están evolucionando de simples proyectores de datos a elementos clave del diseño interior. El fabricante de vidrio AGC ha presentado recientemente un panel HUD polarizado que se integra de forma imperceptible en una banda oscura en la parte inferior del parabrisas y puede incluso curvarse, ofreciendo a diseñadores e ingenieros mayor libertad creativa en el habitáculo. De forma similar, el Aumovio 3D HUD genera una ilusión de profundidad siguiendo la posición de los ojos del conductor y proyectando imágenes ligeramente distintas a cada ojo, creando un realismo espacial sorprendente: un mundo tridimensional en el parabrisas.
Mientras tanto, el propio parabrisas se convierte en un centro de sensores. Las unidades LiDAR, esenciales para la conducción autónoma de nivel 3 a 5, están pasando de los módulos en el techo a ubicarse tras el cristal, mejorando la aerodinámica y protegiendo las ópticas sensibles de las inclemencias.
Saint-Gobain y Hesai han desarrollado conjuntamente un sistema LiDAR de 800 canales que puede funcionar tras el parabrisas sin pérdida de señal. Es capaz de detectar objetos a 400 metros y se integra discretamente entre el salpicadero y el cristal, permaneciendo invisible para los ocupantes.
El parabrisas moderno ha dejado de ser una simple barrera transparente. Ahora puede ajustar su opacidad, captar energía solar, integrar cámaras y sensores, y servir de superficie de proyección, convirtiéndose en una nueva interfaz entre el ser humano y la máquina.
Sin embargo, este salto tecnológico añade complejidad. A medida que los HUD y los módulos LiDAR se integran en el cristal, sustituir un parabrisas dejará de ser una tarea mecánica sencilla para convertirse en un proceso delicado de recalibración y alineación digital. En el futuro, incluso reparar un pequeño impacto podría requerir una actualización de software.