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Charging station

El nuevo fluido de refrigeración de Shell promete cargar un coche eléctrico en lo que tarda en enfriarse un café

Autor auto.pub | Publicado el: 17.09.2025

Shell Lubricants ha presentado Shell EV-Plus, un nuevo fluido de refrigeración por inmersión que reduce los tiempos de carga de horas a minutos. El sistema permite que la batería de un coche eléctrico pase del 10 al 80 por ciento en menos de diez minutos, logrando que un solo minuto de carga proporcione hasta cinco veces más autonomía que los sistemas actuales. Las consecuencias son notables: durante años, la lentitud de la carga ha sido uno de los mayores frenos para la adopción masiva de vehículos eléctricos, y las encuestas muestran que el 44 por ciento de los consumidores en Europa, Estados Unidos y China considera el tiempo de carga un factor decisivo.

El problema siempre ha sido el calor. La carga ultrarrápida genera un enorme estrés térmico, lo que degrada las celdas y, en casos extremos, puede provocar fallos catastróficos. La mayoría de los sistemas actuales emplea refrigeración indirecta, que no logra disipar el calor de manera uniforme. Shell apuesta por una solución más audaz: la refrigeración por inmersión, donde las celdas se sumergen directamente en un líquido no conductor que penetra en todos los huecos y extrae el calor de forma homogénea.

En colaboración con el británico RML Group, Shell ha desarrollado un prototipo de batería de 34 kWh que demuestra la eficacia de la tecnología. Utilizando el fluido EV-Plus y la química basada en GTL de Shell, el paquete puede cargarse casi por completo en solo diez minutos. Para ponerlo en contexto, imagina un coche eléctrico ligero y aerodinámico capaz de recorrer 10 km por kWh: en apenas un minuto conectado al cargador, ganaría unos 24 km de autonomía, superando incluso a referentes del sector como el Lucid Air Pure.

Shell presentará oficialmente EV-Plus este octubre en la Battery Show North America de Detroit, coincidiendo con el aumento de la demanda. Las ventas mundiales de vehículos eléctricos crecieron un 14 por ciento en 2024 respecto al año anterior, y los compradores son cada vez menos tolerantes con las concesiones en comodidad. Si la tecnología de Shell logra que la carga sea tan sencilla como coger la manguera en una gasolinera, el coche eléctrico podría convertirse por fin en la opción predilecta, incluso para los más escépticos.