























































Garras fuera: el Peugeot E-5008 quiere conquistar tu garaje y tu corazón
El Peugeot 5008 nació en 2009 como un monovolumen práctico, pero en algún momento decidió cambiar la funcionalidad por un estilo más vistoso, transformándose en un SUV reluciente. Como si un padre de familia aburrido despertara de repente convertido en el camarero más moderno de un barrio de moda.
Con la llegada de su tercera generación, el 5008 da un salto aún más atrevido: el rugido del motor se sustituye por un zumbido eléctrico y el aroma a diésel deja paso a un silencio refinado. El nuevo E-5008 irrumpe como un SUV eléctrico urbano de siete plazas, una especie tan rara como una fondue suiza sin queso o una promesa electoral cumplida por un partido de centro. Es decir, prácticamente inexistente.
Peugeot es muy consciente de ello y aspira a que el E-5008 ocupe un hueco único en el mercado. Sí, existen rivales, pero la mayoría son exageradamente caros—como el Volvo EX90 y el Kia EV9—o parecen furgonetas eléctricas con autonomías tan cortas como un verano estonio. El E-5008, en cambio, promete estilo, espacio y una autonomía que no te dejará tirado en la noche más fría de febrero.
Todo ello respaldado por la ambición estratégica de Peugeot de liderar la electrificación en Europa. El E-5008 utiliza la nueva plataforma STLA Medium de Stellantis, diseñada tanto para motores híbridos como eléctricos. Comparte base con el más pequeño e-3008, pero el E-5008 es el auténtico buque insignia familiar: 4,79 metros de largo, 1,89 de ancho y una enorme distancia entre ejes de 2,90 metros—suficiente para niños, mascotas y hasta suegros (si no queda más remedio).
La practicidad ha sido clave. En vez de seguir la moda SUV coupé con techos que caen tan rápido como la bolsa en crisis, el E-5008 mantiene un techo plano. El resultado: un maletero útil de verdad y altura para la cabeza, incluso con sombrero. Pero sigue siendo tan francés como un cruasán recién hecho o una copa de Chablis a mediodía.
En el exterior destaca la nueva parrilla sin marco, que se fusiona con la carrocería. Sin embargo, lo más llamativo son las tres luces LED diurnas en forma de garra, la nueva seña de identidad de Peugeot. Donde antes había un discreto colmillo, ahora el frontal presume de un desfile de garras.
La versión GT añade otra novedad: faros Pixel LED matriciales, que permiten usar largas sin deslumbrar. Antes exclusivo de marcas alemanas premium, ahora este lujo llega a la firma francesa.
De perfil, el E-5008 mantiene líneas clásicas, con espacio incluso para los ocupantes de la tercera fila. La línea de cintura alta y los hombros marcados le dan una presencia robusta, casi de tanque, mientras que los trazos inteligentes aportan dinamismo incluso en parado.
Peugeot ha prescindido del cromado tradicional en favor de acabados oscuros como “Gris Meteorito” y “Negro Orbital”. El resultado es un aspecto limpio y elegante, sin destellos innecesarios.
Las llantas llegan hasta 20 pulgadas y siguen la tendencia vista en los 408 y 3008, con diseños técnicos y un tapacubos central en forma de escudo. La aerodinámica ha sido muy cuidada, logrando que este SUV grande sea más eficiente de lo esperado.
En la zaga, las tres garras se repiten en unos pilotos traseros llamativos y fácilmente reconocibles. El nombre de la marca destaca en el centro, como la firma de un artista. Detalles como los sensores de aparcamiento ocultos o cámaras discretas demuestran el esmero en el diseño.
El interior del E-5008 resulta inspirador, a medio camino entre cabina espacial y salón acogedor. Lo primero que llama la atención es el nuevo Panoramic i-Cockpit de Peugeot: una enorme pantalla curva de 21 pulgadas que cruza el salpicadero como un panel de control de ciencia ficción. El pequeño y deportivo volante sigue presente, pero gracias a la disposición de la pantalla ya no es necesario forzar el cuello para ver la velocidad, ni siquiera para los más altos.
Los materiales son sorprendentes: plásticos blandos, superficies tapizadas en tela y paneles de puertas dignos de modelos alemanes más caros. Si a eso se suma la iluminación ambiental LED multicolor de la versión GT, el ambiente es más de bar de cócteles moderno que de coche familiar. Si te gustan las películas de estética neón y ciberpunk, aquí te sentirás como en casa.
Incluso los asientos merecen elogio: cómodos, envolventes y con la altura justa para sentirse el rey de la carretera. La visibilidad es excelente y los faros LED adaptativos de la versión GT facilitan la conducción nocturna como si usaras gafas de visión nocturna.
Entre las novedades están los botones i-Toggle de Peugeot, que puedes programar para acceder rápidamente a funciones favoritas, como la ruta a casa o tu emisora preferida. El único pero: todos son táctiles, así que es fácil pulsar el incorrecto varias veces mientras conduces. El climatizador también se gestiona sólo desde la pantalla, lo que resulta molesto si usas Apple CarPlay o Android Auto a pantalla completa—entonces la información del clima desaparece. La era digital tiene sus ventajas y sus inconvenientes.
Por si fuera poco, el E-5008 integra ChatGPT. Sí, puedes conversar con tu coche. En viajes largos, puede recitar poemas o contar cuentos a los niños. ¿Para qué radio si tu coche te da una clase magistral?
La practicidad está garantizada gracias a múltiples huecos, portavasos y espacios para todo tipo de gadgets. Lo único que falta es el popular “frunk” delantero, pero ¿quién quiere guardar un simple cable de carga bajo el capó de una máquina tan refinada?
Está claro que el E-5008 no es un devorador de Nürburgring ni un héroe del drifting nocturno en Tokio. Es un coche que se mueve con calma. La primera impresión al volante: “¡Vaya, qué grande es, pero se conduce como uno pequeño!” El pequeño volante parece el mando de una consola: ligero, rápido y con la típica falta de feedback de los sistemas eléctricos. El peso—en torno a 1,7 toneladas o más—está bien disimulado, salvo si te animas demasiado en las curvas.
En autopista, el E-5008 se transforma en un elegante tren expreso. Avanza recto, el ruido del viento es mínimo y los baches no se notan. Eso sí, al pasar por un badén o bache a baja velocidad, la suspensión blanda se balancea unos instantes, como un lowrider americano.
En curvas, el balanceo es evidente, el tacto de la dirección es casi nulo, pero todo resulta seguro, predecible y relajado. Algunos lo verán soso, pero para la mayoría es la receta ideal de coche familiar: como la ensaladilla de la abuela, jamás emocionante, pero siempre fiable.
El E-5008 ofrece tres opciones de propulsión:
- 210 CV, 502 km (WLTP): suficiente para el día a día.
- Long Range, 230 CV (batería de 98 kWh, hasta 668 km WLTP): más de lo que la mayoría recorre de una sentada.
- AWD: doble motor, 320 CV, 0-100 km/h en unos 6-7 segundos, tracción total, elegante y eficaz. Se comporta en superficies deslizantes como si los neumáticos estuvieran pegados al asfalto. Por ahora, esta versión está anunciada pero no disponible.
La carga es sencilla: en casa, el cargador de 11 kW llena la batería por la noche; en un cargador rápido, 160 kW permiten llegar al 80% en 30 minutos. Y no hay que preocuparse de precalentar la batería: el coche lo hace solo.
Peugeot anuncia más de 40 sistemas de asistencia y seguridad. Y no, no son sólo alarmas y pitidos—aunque también los hay. El coche vigila el entorno con más atención que tú. Incluso en el acabado Allure, incluye lo básico: frenada automática de emergencia que detecta peatones, ciclistas e incluso patinetes despistados. Alerta de cambio involuntario de carril, reconocimiento de señales, detector de fatiga—funciones que te hacen dudar de quién lleva realmente el control.
Pero esto es solo el principio. Los acabados superiores añaden el Drive Assist Plus 2.0, que convierte la conducción en autopista en algo casi asistido. El control de crucero adaptativo puede parar y arrancar en atascos, el asistente de mantenimiento de carril corrige suavemente, y lo mejor: cambios de carril semiautomáticos. El coche comprueba si está libre, y basta con accionar el intermitente para que lo haga solo.
El E-5008 también sugiere la velocidad adecuada si, por ejemplo, llueve—“Señor, convendría reducir la velocidad ahora”. Si no lo haces, al menos te ha avisado. Monitorización de ángulo muerto, alerta de tráfico trasero, asistente de aparcamiento e incluso un sistema de cámaras 360º llamado VisioPark están incluidos.
Y cómo no, esos pequeños detalles: la cámara trasera tiene su propio lavador, limpiando la lente en días de barro. Hasta que no lo tienes, no sabes lo útil que resulta para distinguir si detrás hay un coche o un alce.
El coche de pruebas era el GT Electric 210 (157 kW): siete plazas, unos 500 km de autonomía y tracción delantera. El familiar capaz de tragarse niños, perro, abuela y hasta un pequeño carro de jardín, todo en silencio, suavidad y con una elegancia deslumbrante.
El interior futurista presume de una pantalla curva de 21 pulgadas, texturas iluminadas, salpicadero sin botones, control por voz con “OK, Peugeot” y ChatGPT integrado.
¿La conducción? No es un Alpine ni un Tesla Plaid. Si tu sueño es atacar curvas como Verstappen en el Red Bull Ring, te decepcionará. La suspensión es blanda, el tacto de la dirección inexistente y la dinámica general más relajante que emocionante. Pero eso aquí da igual. El E-5008 no se compra para batir récords de velocidad. Se compra para tener espacio y transportar todo en silencio del punto A al B.
Por supuesto, no es perfecto: los mandos del clima sólo en pantalla son incómodos. El Isofix ha desaparecido del asiento central de la segunda fila. La tercera fila para adultos es más castigo que premio. Pero son detalles asumibles, porque con el E-5008 Peugeot ha logrado lo que pocos fabricantes consiguen: un coche familiar que cumple de verdad con su propósito.