¿Dejarán los minibuses autónomos de Renault a los conductores de autobuses buscando nuevos trabajos?
Renault y WeRide están en una misión para reinventar el transporte público, y planean hacerlo sin conductores. Después de una prueba exitosa en el torneo de tenis Roland-Garros, donde dos minibuses eléctricos autónomos transportaron a 700 pasajeros a lo largo de 1,000 km, el interés por esta tecnología futurista ha aumentado vertiginosamente.
Barcelona es un lugar donde incluso Google Maps se pierde, pero Renault confía en que sus minibuses pueden enfrentar el caos. En marzo, dos lanzaderas eléctricas totalmente autónomas comenzaron a circular en un circuito de 2.2 kilómetros en medio de la ciudad. ¿El objetivo? Demostrar que esto no es solo un truco de alta tecnología, sino una solución real y funcional para navegar el denso tráfico urbano sin generar más congestión que los vehículos conducidos por humanos.
Mientras tanto, en Valence, Francia, Renault está haciendo que el trayecto diario sea más fluido que nunca. Se está probando la automatización total en un recorrido de 3.3 kilómetros que conecta la estación de tren TGV con un importante parque empresarial. Para julio de 2025, estos minibuses podrían estar operando sin conductor, convirtiendo el transporte público autónomo en una realidad actual, no en ciencia ficción.
Si hay un lugar donde la precisión y la fiabilidad son innegociables, es un aeropuerto. En el Aeropuerto de Zúrich, Renault está poniendo a prueba sus minibuses autónomos entre terminales, demostrando que pueden cumplir con estrictos estándares de seguridad. Si logran dominar este entorno tan controlado, espera verlos pronto en las calles de la ciudad – y tal vez incluso en tu propio vecindario.
Renault está convencido de que el transporte público autónomo es el futuro. Aunque los sistemas de asistencia al conductor L2+ siguen siendo el estándar de la industria para vehículos personales, el transporte público ya está listo para la automatización completa de nivel L4, lo que significa que los minibuses pueden operar de manera independiente, sin conductor, bajo supervisión remota.
