La IA desmonta el mito de los gestores humanos con rendimientos sextuplicados

Investigadores de Stanford pensaron que debía haber algún error en su bot de inversión impulsado por IA. En realidad, simplemente era seis veces mejor que la mayoría de los gestores de fondos profesionales. No es una metáfora, es un dato duro: la IA superó al 93 por ciento de los gestores con un rendimiento medio un 600 por ciento superior.

Durante un año, los investigadores revisaron el modelo, convencidos de que tenía que haber un fallo. El profesor Ed de Haan admitió que, sencillamente, no podían creer el resultado. El bot asimiló en cuestión de días lo que los gestores humanos han intentado dominar durante tres décadas.

Para entrenarlo, la IA recibió datos públicos del mercado desde 1980 hasta 1990. Después, sintetizó 170 indicadores económicos y semánticos distintos, desde tipos de interés hasta análisis en lenguaje natural de informes financieros corporativos. Luego, puso en práctica su algoritmo autodiseñado en 3.300 fondos de inversión estadounidenses a lo largo de treinta años, de 1990 a 2020. El resultado fue una estrategia de reequilibrio trimestral que multiplicó el rendimiento de los fondos.

La IA clasificaba las inversiones según el rendimiento esperado, sustituía los activos con peor desempeño por alternativas mejores y, cuando una inversión demostraba ser realmente inútil, la vendía y destinaba ese capital a fondos indexados. Todo ello de manera perfectamente racional, completamente lógica y, quizás lo más revelador, exactamente lo que los gestores humanos deberían haber estado haciendo desde el principio.

Hace apenas dos años, la idea de un operador bursátil basado en IA era motivo de burla. Hoy, reina el silencio. Algunos gestores probablemente se preparan para lo peor, mientras otros ya están programando sus propios modelos.