El atrevido Vigoz francés: el triciclo que alcanza los 120 km/h

El Vigoz es fruto de la visión de Cixi, una empresa que lleva años perfeccionando este concepto y que por fin ha presentado un prototipo al público. El conductor se acomoda en una posición semirreclinada, con un asiento para pasajero justo detrás; ambos van sujetos con cinturones de seguridad. Una carrocería ligera protege a los ocupantes del viento y la lluvia, desdibujando la frontera entre bicicleta y microcoche.

Su característica más revolucionaria es el sistema de propulsión. En lugar de transmitir la energía de pedaleo de forma mecánica, el Vigoz utiliza lo que Cixi denomina sistema PERS (Pedaling Energy Recovery System). Cada giro de los pedales envía impulsos electrónicos al motor, permitiendo que el pedaleo impulse el vehículo y recargue la batería al mismo tiempo.

Con una batería de 22 kWh situada bajo el suelo, el Vigoz promete una autonomía de hasta 160 kilómetros por carga. La dirección se controla mediante dos palancas laterales, mientras que el triciclo se inclina activamente en las curvas para mantener la estabilidad a alta velocidad. A esto se suman cinturones de tres puntos, cabina cerrada e incluso aire acondicionado, ofreciendo comodidades impensables en una bicicleta tradicional.

Por ahora, el Vigoz sigue siendo un prototipo pendiente de homologación, aunque sus creadores insisten en que va mucho más allá de un simple ejercicio de diseño. Aspiran a inaugurar una nueva categoría de vehículo, situada entre la bicicleta y el automóvil. Si logran su objetivo, el futuro de la movilidad urbana y periurbana podría incluir pedales, cinturones y climatización.