









Aston Martin Valkyrie: La Furia Británica Desatada en Sebring
Si Chuck Norris alguna vez decidiera enfrentarse a la carrera de resistencia más dura de Estados Unidos, esta sería la máquina que elegiría. El Aston Martin Valkyrie: un coche que parece no pertenecer a este mundo, pero que, de alguna manera, existe. No es solo otro prototipo de carreras; es un Hypercar de Le Mans (LMH), forjado a partir del ADN de un hypercar homologado para calle, con un motor que no ronronea, sino que ruge como una bestia enjaulada esperando ser liberada.
Y si piensas que esto es solo otro coche “hecho para Le Mans”, piénsalo de nuevo. El Valkyrie es el primer coche LMH en competir en IMSA, y el único que se enfrenta tanto al IMSA como al Campeonato Mundial de Resistencia de la FIA (WEC) al mismo tiempo. En otras palabras, no solo es más rápido que tu Škoda de todos los días, es más rápido que casi cualquier cosa que no sea un cohete espacial.
Desarrollado por Aston Martin y THOR Racing, el Valkyrie es una obra maestra de fibra de carbono impulsada por un motor V12 de 6.5 litros que alcanza un impresionante régimen de 11,000 rpm. En su versión para carretera, ofrece más de 1,000 caballos de fuerza, pero las regulaciones para hiperdeportivos limitan su potencia a “solo” 680 hp para las competiciones. Pero seamos sinceros, no se trata de las cifras. Se trata del hecho de que al lado de este, un Lamborghini o Ferrari suena como un Prius en una convención de coches eléctricos.
Las 12 Horas de Sebring de Mobil 1 no son solo una carrera; es una prueba de resistencia de 12 horas, un campo de batalla donde solo sobreviven las máquinas más duras. Con su brutal pavimento irregular y sus despiadados baches, sacude las suspensiones como un paquete de cervezas en manos de un turista borracho.
Y es aquí, entre el asfalto resquebrajado y las curvas implacables, donde el Valkyrie hará su debut en Estados Unidos. Si puede dominar Sebring, puede con todo.