




El vanguardista híbrido de Volvo sale de la línea de producción en China
Volvo inicia un nuevo capítulo en su historia en China. No se trata de un modelo más, sino de un híbrido minuciosamente perfeccionado que aspira a liderar el segmento premium D, donde el lujo se une a la innovación y la electricidad lleva la eficiencia al máximo.
El nuevo Volvo XC70 ya sale de la planta de Taizhou. Su presentación oficial y el inicio de reservas están previstos para el 27 de agosto en el Salón del Automóvil de Chengdu.
El XC70 mide 4.815 milímetros de largo, 1.890 de ancho y 1.650 de alto, con una distancia entre ejes de 2.895 milímetros.
En cuanto a diseño, el XC70 mantiene la estética eléctrica moderna de Volvo: parrilla frontal cerrada inspirada en el buque insignia EX90, luces diurnas LED en forma de "martillo de Thor" y una carrocería elegante pero robusta, que transmite seguridad y una visión clara hacia el futuro. En el apartado aerodinámico, las llantas de aleación carenadas, los tiradores de puertas enrasados y las puertas sin marco logran una fluidez casi aeronáutica, realzada por retrovisores laterales esculpidos con especial atención al detalle.
Técnicamente, el XC70 utiliza la plataforma exclusiva SMA Super Hybrid Architecture, con un motor de gasolina turboalimentado de 1,5 litros e inyección directa que entrega 120 kilovatios de potencia y 255 newton-metro de par.
El sistema híbrido integra tres motores eléctricos. El P1, de 60 kilovatios, alimenta los sistemas del vehículo y pone en marcha el motor térmico. El P2, con 107 kilovatios, impulsa el eje delantero en modo eléctrico. El más destacado, el P4 de 156 kilovatios situado en el eje trasero, entra en acción cuando se requiere tracción total o un empuje dinámico adicional. Este conjunto permite siete modos de conducción, adaptándose con precisión al estilo del conductor y a las condiciones de la carretera.
Otro avance es la transmisión híbrida DHT de tres velocidades. Su principal innovación es la capacidad de conectar el motor de gasolina directamente a las ruedas motrices desde solo 20 km/h, muy por delante de sus rivales, que solo lo logran a partir de 60 km/h. El resultado es una conducción más suave y una eficiencia de combustible notablemente superior.
La autonomía en modo eléctrico supera los 200 kilómetros, mientras que el alcance combinado con el depósito lleno y la batería cargada alcanza los 1.200 kilómetros. El consumo medio se sitúa en unos notables 5,85 litros cada 100 kilómetros.