Volkswagen afronta demanda en EE. UU. por mandos táctiles excesivamente sensibles en el ID.4
Volkswagen se enfrenta a una demanda colectiva en Estados Unidos por las acusaciones de que los botones táctiles del volante de su modelo eléctrico ID.4 son peligrosamente sensibles. El centro de la disputa legal es la afirmación de que estos controles, diseñados para simplificar la experiencia de conducción, han introducido en realidad un grave riesgo para la seguridad.
Según la demanda, basta con rozar levemente los paneles táctiles del volante para activar involuntariamente el control de crucero adaptativo, lo que puede provocar una aceleración inesperada sin que el conductor lo advierta. Los demandantes sostienen que este fallo incrementa el peligro de accidentes al causar aumentos repentinos de velocidad.
La denuncia está encabezada por dos propietarios de ID.4 que relatan incidentes inquietantes en los que sus vehículos aceleraron por sí solos. En Connecticut, uno de estos episodios terminó con el coche colisionando contra otro vehículo en un aparcamiento, causando daños superiores a 14.000 dólares y lesiones al conductor. Otro caso en Massachusetts provocó que el vehículo se desplazara bruscamente hacia adelante en un garaje, dañando tanto la puerta del edificio como la parte delantera del coche.
La demanda sostiene que Volkswagen no informó adecuadamente a los clientes sobre el defecto de diseño ni ofreció reparaciones gratuitas o compensaciones. A pesar de que, según se alega, los registros internos, las opiniones de los concesionarios y las quejas de los clientes apuntaban al problema, la empresa habría optado por no pronunciarse.
Volkswagen ha reconocido anteriormente que el sistema de mandos táctiles fue un error y ha prometido volver a los botones físicos en futuros modelos. Por ahora, los propietarios del ID.4 deben lidiar con un diseño que, a su juicio, antepone la innovación a la seguridad. El caso plantea interrogantes más amplios sobre hasta dónde llega la responsabilidad de los fabricantes respecto a la seguridad de las funciones tecnológicas una vez que el vehículo sale del concesionario.
