Volkswagen afronta posible proceso de quiebra en Rusia
El gigante automovilístico alemán Volkswagen AG podría ser el próximo gran nombre en verse atrapado en el engranaje judicial ruso. El Tribunal de Arbitraje de Moscú ha recibido una demanda de la empresa Kameya para que Volkswagen sea declarada en quiebra. La reclamación se origina en deudas derivadas de la antigua colaboración con la planta GAZ en Nizhni Nóvgorod.
En 2024, un tribunal de Nizhni Nóvgorod ordenó a Volkswagen pagar 16.900 millones de rublos en concepto de daños y lucro cesante tras rescindir el contrato para ensamblar vehículos Volkswagen y Škoda en las instalaciones de GAZ. Además, la compañía debía abonar 40.050 euros y 119.000 rublos en costas judiciales. Kameya adquirió posteriormente esta deuda por solo 120 millones de rublos, convirtiéndose en el nuevo acreedor. Los intentos de Volkswagen de impugnar la cesión de la reclamación ante los tribunales no prosperaron.
Expertos consideran poco probable que se inicie un proceso real de quiebra, ya que Volkswagen carece actualmente de activos o presencia oficial en Rusia. Sin embargo, la incertidumbre persiste: Kameya podría intentar embargar activos locales como el Porsche Moscow Centre, que según documentos de 2024 sigue perteneciendo al Grupo Volkswagen AG.
Sin declaraciones oficiales por parte de ninguna de las partes, no está claro si se trata de una amenaza real de quiebra o de una maniobra de presión contra un fabricante internacional cuyas relaciones con Rusia son ya mínimas.
