Velvet Motorworks apuesta por devolver el alma eterna al Range Rover
Desde Tallin, Velvet Motorworks ha anunciado su intención de fabricar a mano conversiones basadas en el Range Rover L322 de principios de los años 2000. Este SUV de líneas cuadradas y discreción elegante ha envejecido con notable dignidad y ahora será reinterpretado con guiños a generaciones anteriores. La empresa busca retroceder en el tiempo en lo visual, mientras actualiza la base con ingeniería moderna y una dinámica de conducción más precisa.
Cada unidad partirá de un modelo V8 de gasolina sobrealimentado, garantizando así unas prestaciones a la altura. Según la compañía, el objetivo es recuperar una sensación de conducción "analógica", algo que brilla por su ausencia en los actuales SUV de lujo repletos de tecnología. Un escape controlado electrónicamente permitirá al conductor elegir entre la discreción o dejar que el sonido del V8 sea protagonista.
En cuanto al diseño, la inspiración retro es evidente: faros redondos, una parrilla reconocible y una postura más imponente. El interior combinará materiales artesanales con comodidades actuales como Apple CarPlay y sistemas de seguridad modernos, logrando así un equilibrio entre el encanto clásico y la funcionalidad digital.
Por ahora, el proyecto solo existe en renderizados 3D. El prototipo está previsto para mediados de 2026 y las primeras entregas a clientes llegarán a finales de ese año.
El mundo de los restomod está lleno de anuncios ambiciosos, aunque pocos superan la fase de diseño y menos aún logran consolidarse. El L322 quizá no tenga la exclusividad ni el aura de culto del Range Rover original de los años setenta, pero eso podría jugar a su favor: ofrece a los entusiastas una puerta de entrada más asequible al universo de los "clásicos modernos". Queda por ver si Velvet Motorworks logrará materializar sus promesas, aunque la propuesta ya ha despertado la curiosidad de los puristas de la marca.
