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Tesla Robotaxi

Los taxis sombra de Tesla: cuando el robot conduce y el humano observa

Author: auto.pub | Published on: 25.06.2025

Tesla ha vuelto a acaparar la atención, pero no con un evento de prensa estruendoso ni con una avalancha de tuits de Elon Musk. Esta vez, el movimiento es silencioso, casi furtivo, en pleno corazón de Texas. En Austin, una flota de Tesla Model Y recorre las calles luciendo con orgullo el distintivo de 'robotaxi'. Sin embargo, como suele ocurrir con Tesla, los detalles esconden las verdaderas intenciones.

Estos vehículos parecen conducirse solos, guiados por el tan prometido Autopilot que, según lo anunciado hace años, debía convertir la ciencia ficción en rutina diaria. Pero todavía hay alguien dentro. No al volante, sino en el asiento del pasajero: un operador cuya función resulta más estética que práctica. Así, Tesla puede alardear de coches sin conductor, aunque la realidad es que una mano humana permanece cerca para evitar que los caprichos de la inteligencia artificial se conviertan en un riesgo.

El servicio no está disponible para todo el mundo. No se trata de una lotería abierta, sino de un privilegio reservado a influencers de redes sociales fieles a la marca Tesla. Son aquellos cuyos perfiles ya muestran un cable de carga de fondo y pronuncian el nombre de Musk con auténtica devoción.

El viaje cuesta 4,20 dólares. No está mal, ¿verdad? Pero conseguirlo es otro asunto. El robotaxi solo puede solicitarse entre las 6 de la mañana y la medianoche, y únicamente si el cielo está despejado y los paraguas pueden quedarse guardados. ¿Qué ocurre si una tormenta eléctrica sorprende a la ciudad? Nadie lo sabe. Quizá el Tesla simplemente se detenga, enfurruñado como un niño que ha pisado un charco.

La reserva se realiza mediante una aplicación que cumple todos los requisitos de la era digital: pantallas, datos, selección musical, todo pulido, al estilo de Waymo o cualquier otro servicio de transporte futurista. Y, aun así, Tesla no lo proclama a los cuatro vientos. ¿Por qué? Porque cada fallo o contratiempo técnico podría ser un golpe letal para una marca cuyo brillo comienza a apagarse en Estados Unidos, Europa y China. De icono indiscutible, ha pasado a convertirse en una incógnita.

Así que el robotaxi de Tesla ya está aquí... más o menos. Llama a la puerta, pero aún duda si entrar.