Škoda promete el futuro: Vision O es una Octavia con un giro extraterrestre
La presentación sorprendió a los entusiastas. El Vision O es un familiar eléctrico que encarna el nuevo lenguaje de diseño de Škoda y una visión renovada de la experiencia de usuario. Ya se ha confirmado que el Vision O dará lugar a un modelo de producción, aunque no llegará antes de la próxima década.
Hasta ahora, muchos pensaban que la “O” de su nombre era un guiño a la Octavia. Oficialmente, Škoda afirma que simboliza el ciclo completo del producto, desde la concepción hasta el reciclaje. El Vision O es más un manifiesto que un coche, guiando el vocabulario de diseño de Škoda hacia el futuro bajo el lema Modern Solid. Los próximos modelos de serie lucirán líneas más marcadas y una imagen más sofisticada.
En cuanto a dimensiones, mide 4.850 mm de largo, 1.900 de ancho y 1.500 de alto, situándose entre la Octavia y la Superb como una esperanza de tamaño medio. El frontal estrena una nueva “cara” llamada Tech Loop, definida por una tira de LED que recorre el capó y una toma de aire esculpida en el paragolpes. Estas luces no son solo decorativas: pueden animarse y avisar cuando el coche entra en modo autónomo.
En otros detalles, el diseño rompe moldes: pilar B flotante, puertas traseras que se abren hacia delante y un degradado de color que va de tonos cálidos a fríos, como un atardecer reflejado en el cromo.
El interior apuesta por el minimalismo, pero sin frialdad. El salpicadero prescinde del cuadro tradicional y lo sustituye por una pantalla de 1,2 metros de ancho, bautizada como Škoda Horizon, tan imponente como la mesa de un primer ministro. La pantalla central en formato vertical recuerda a un móvil con aires de grandeza y, aunque los botones físicos son escasos, sobreviven un dial giratorio en la consola y algunos mandos en el volante. Škoda asegura que el sistema es “intuitivo”. Si resulta sencillo o confuso, es otra cuestión.
La tecnología es protagonista. El Vision O incorpora a Laura, un asistente de voz con inteligencia artificial, e iluminación interior adaptativa que refleja el entorno exterior. El arsenal Simply Clever tampoco falta: una mini nevera, cuatro paraguas, un altavoz Bluetooth desmontable y un compartimento oculto para el cable de carga. Como un coche de James Bond, pero pensado para la familia.
El Vision O de Škoda no es solo otro prototipo, sino una promesa, una pista y una advertencia de que la historia de la Octavia está lejos de terminar. Si todo esto se materializa, el familiar de la próxima década podría ser mucho más que un simple coche práctico.
