Škoda revive su coupé icónico de los años 60
El fabricante checo Škoda presenta un concept que rinde homenaje al legendario coupé 1000 MBX de los años 60, fusionando el encanto retro con puertas correderas y un diseño eléctrico de vanguardia. Los diseñadores Antti Savio y David Stingl reinterpretan la elegancia clásica en clave crossover, apostando por la practicidad y el estilo sobrio.
Škoda ha presentado un nuevo estudio de diseño inspirado en el mítico 1000 MBX coupé de los años 60, pero con un giro futurista que no deja indiferente. Los diseñadores Antti Savio y David Stingl han transformado aquel clásico en un crossover eléctrico de líneas limpias y aspecto de sedán, donde las puertas correderas marcan la diferencia. El resultado parece un pacto entre la nostalgia y el futuro para unas vacaciones conjuntas.
Del 1000 MBX original solo se fabricaron unas 2.500 unidades. Esta reinterpretación traslada esa exclusividad al universo de los estilos de vida activos actuales. Los creadores insisten en que el MBX nunca fue un deportivo, sino un coupé elegante, práctico y discretamente sofisticado. Ese mismo espíritu ha guiado el nuevo concept, que apuesta por una imagen amable y contenida, lejos de la agresividad que domina los SUV modernos.
La influencia sesentera se percibe en los faros redondos, la línea de las ventanillas y los pilares traseros que evocan el marco original. El concept prescinde de la luneta trasera tradicional y la sustituye por una cámara, lo que mejora la funcionalidad y da libertad al diseño. Las puertas correderas facilitan el acceso y la carga, en sintonía con su vocación de compañero relajado para la aventura.
En el interior, los diseñadores se han permitido aún más licencias. El salpicadero es un solo panel de cristal que proyecta instrumentos y multimedia, mientras que el piso plano y la ausencia de consola central generan una cabina luminosa y abierta. El asiento trasero se puede abatir para ampliar el espacio de carga cuando sea necesario.
Škoda aún no ha revelado detalles técnicos, aunque el concept se concibió como un SUV totalmente eléctrico. La suspensión neumática regulable permitiría variar la altura según el estilo de conducción o para facilitar la carga.
Quizá nunca llegue a producción, pero como laboratorio de ideas y homenaje al legado de diseño de Škoda, este proyecto da en el clavo.