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Škoda ha tomado su SUV eléctrico Enyaq Coupé RS y lo ha transformado en un afilado y agresivo aspirante a rally que llega dispuesto a romper moldes.
El Enyaq RS Race, como se denomina este llamativo modelo, es la contundente respuesta de Škoda para quienes aún piensan que los coches eléctricos carecen de carácter y emoción. Tras perder nada menos que 316 kilos respecto al Enyaq de serie, esta versión parece renacer, con una nueva energía que recorre su estructura aligerada.
Los ingenieros han apostado fuerte, sustituyendo los paneles de la carrocería por dieciséis piezas de biocompuesto de fibra de lino, un material tan humilde como el que tu abuela podría haber usado para tejer alfombras. Sin embargo, este tejido de aspecto tradicional no se amilana ante la fibra de carbono. Paragolpes delantero y trasero, techo, aletas y alerón adoptan esta armadura ecológica y futurista.
Debajo, unas llantas OZ Racing de 20 pulgadas se fijan con determinación, mientras que la frenada corre a cargo de un sistema carbono-cerámico acompañado de pinzas de diez y cuatro pistones.
El interior toma prestados elementos directamente del Fabia RS Rally2, con un volante de liberación rápida, asientos de competición Atechi con arneses de seis puntos, jaula antivuelco completa e incluso un sistema automático de extinción de incendios.
Impulsado por dos motores eléctricos que generan 340 caballos, el Enyaq RS Race conserva la misma mecánica que el RS Coupé convencional. Pero gracias a la notable reducción de peso, ahora acelera de 0 a 100 km/h en menos de cinco segundos. ¿Velocidad máxima? Unos respetables 180 km/h.
Y para quienes disfrutan de un toque de espectáculo, Škoda ha incorporado el sistema de sonido Havas, que se activa a partir de 30 km/h y puede ajustarse al gusto del conductor, ofreciendo la ambientación adecuada para cada trayecto.