Rolls-Royce plasma la primavera en motivos eternos
Desde Goodwood llega otro ejercicio poético de transformar los ciclos de la naturaleza en una filosofía de exclusividad. Esta vez, la primavera se ha convertido en un coche de lujo. Rolls-Royce ha presentado una edición especial del Spectre, acertadamente llamada Inspired by Primavera. El proyecto busca capturar el encanto efímero de la estación en tapicerías de cuero, paneles de madera grabados a mano y llantas de 23 pulgadas que evocan pétalos al desplegarse. Cada detalle parece ideado para quienes consideran que la brevedad de la primavera contrasta con la permanencia de sus garajes palaciegos.
La división Bespoke de la marca ha dividido la serie en tres variantes: Evanescent, Reverie y Blossom. Todas comparten la dispersión de flores de cerezo, motivos florales y celestiales tanto en la carrocería como en el interior. Una de las innovaciones más meticulosas es el panel Blackwood, que requirió probar 37 densidades de láser distintas antes de lograr la "flor perfecta".
Cada versión posee su propia identidad cromática: Evanescent contrasta blanco y turquesa, Reverie encuentra serenidad en azul y amarillo, mientras Blossom juega con lila y rosa para captar el destello fugaz de la primavera. Lo que las une es la idea de convertir la fugacidad de la naturaleza en elementos decorativos "atemporales" cuya longevidad depende más del arte de Rolls-Royce que de las estaciones.
El resultado es un coche concebido para atrapar lo efímero: el florecer, la luz que regresa, la ligereza primaveral, encapsulados en una máquina de varios cientos de miles de euros, construida con esmero y destinada a perdurar casi para siempre. Si eso es poesía o simple ironía comercial, queda a juicio del espectador.
