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Rolls-Royce Phantom Centenary Private Collection

Rolls-Royce Phantom: Un Siglo de Lujo Inigualable

Autor auto.pub | Publicado el: 27.10.2025

Rolls-Royce ha decidido celebrar el centenario de su modelo más emblemático, el Phantom, no con nostalgia sino con arte. La nueva Phantom Centenary Private Collection está limitada a solo 25 unidades y condensa cien años de maestría artesanal, dominio técnico y precisión británica en una declaración de lujo sin precedentes.

Más de 40.000 horas de trabajo han dado forma a un automóvil que es mucho más que un medio de transporte: es una crónica rodante del lujo, un homenaje a los clientes reales, iconos del cine e ingenieros que han forjado la leyenda del Phantom desde 1925.

Un destello del Hollywood dorado

Por fuera, la Centenary evoca el glamour del cine clásico. Su pintura bitono fusiona Super Champagne Crystal con Arctic White y Black, todo protegido bajo una laca con partículas de vidrio triturado que le otorgan un brillo suave y joyoso. El toque final es el Spirit of Ecstasy de 18 quilates, recubierto en oro de 24 quilates y marcado por la London Assay Office con un sello exclusivo “Phantom Centenary”.

Un habitáculo que narra cien historias

Al entrar, el coche se convierte en un viaje temporal. Los asientos traseros se inspiran en el célebre Phantom of Love de 1926, cuyo tapiz intrincado influyó en el diseño general. Los tejidos, desarrollados junto a un atelier de alta costura, emplean una técnica de impresión nunca antes vista en interiores de automóviles. Cada asiento requirió más de 160.000 puntadas, transformando el textil en arte.

La narrativa sigue adelante en la parte delantera, donde el cuero grabado con láser esconde referencias a nombres en clave del desarrollo del Phantom como “Roger Rabbit” (2003) y “Seagull” (1923).

En el corazón del habitáculo se encuentra la Anthology Gallery: una escultura 3D de aluminio cuyas hojas grabadas recogen citas de un siglo de prensa. Es, literalmente, un libro en movimiento, iluminado por luces cambiantes.

Sinfonía de madera, oro e hilo

El interior del Phantom Centenary eleva la artesanía a nuevas cotas. Paneles de madera de ébano muestran mapas, paisajes y rutas vinculadas a los fundadores de la marca: desde el refugio invernal de Sir Henry Royce en el sur de Francia hasta su casa de verano en West Wittering y la expedición de 7.200 kilómetros del primer Phantom de la era Goodwood por Australia.

Estos paneles combinan marquetería 3D, pan de oro de 24 quilates y técnicas de tinta en capas creadas especialmente para este proyecto. Las carreteras brillan en oro real, mientras que los detalles más diminutos —barcos de 0,13 milímetros y nombres de lugares— exigen una precisión sin precedentes.

Un cielo que recuerda

En el techo, el Starlight Headliner resplandece con 440.000 estrellas bordadas, dispuestas para formar motivos históricos: la morera de Henry Royce, las abejas de Goodwood y otros iconos del legado de la marca. Cada punto de luz es un fragmento de historia, cada puntada un tributo al pasado.

Un monumento, no una máquina

Con el Phantom Centenary, Rolls-Royce no vende un coche, sino que compone una declaración cultural: un tributo a la artesanía y al lujo pausado en una era obsesionada con la electrificación y el minimalismo digital. Mientras otros fabricantes hablan de software y sostenibilidad, Rolls-Royce recuerda al mundo que el verdadero lujo sigue siendo la belleza atemporal moldeada por manos humanas.

El nuevo Phantom Centenary avanza por la historia como una máquina del tiempo digna, llevando el linaje real de la ingeniería británica a su segundo siglo. Rolls-Royce no construye simplemente un coche; erige un monumento y, como siempre, lo hace con una confianza serena.