










Rolls-Royce pinta el universo: Cullinan Cosmos transporta a los pasajeros a la Vía Láctea
Presentado como una pieza única por encargo, el Cullinan Cosmos hace honor a su nombre de forma literal. El encargo partió de un padre que deseaba regalar a su hijo de cuatro años, un apasionado del cosmos, un homenaje simbólico en forma de Rolls-Royce. El resultado es la expresión más cósmica del arte de la marca hasta la fecha.
En lugar de limitarse a perforar el revestimiento del techo con fuentes de luz, Rolls-Royce añadió una Vía Láctea completamente pintada a mano, bautizada como Mystical Galaxy, que se integra a la perfección en el techo Starlight. Uno de los artistas internos de la firma dedicó más de 160 horas y aplicó más de veinte capas de pintura para crear este vasto panorama celeste, con cada pincelada ejecutada con meticulosa precisión. Solo una vez finalizada la pintura se perforaron los puntos de fibra óptica, añadiendo constelaciones de estrellas centelleantes. La marca no revela cuántas luces se emplearon, aunque en proyectos anteriores se han superado los mil puntos individuales.
La temática cósmica va mucho más allá del techo. Los tonos del interior, los bordados y la selección de materiales evocan motivos astronómicos, logrando que el Cosmos ofrezca no solo un trayecto, sino una experiencia celestial envolvente. No se trata de un Cullinan convencional; es un viaje hacia las estrellas, un santuario rodante donde el lujo se funde con el infinito.