Rimac aspira al control total de Bugatti con una audaz jugada de mil millones de euros
Rimac, el fabricante croata que ya está revolucionando la élite de los superdeportivos con sus creaciones eléctricas, apunta ahora a hacerse con la propiedad absoluta de Bugatti. Actualmente, la empresa posee el 55 por ciento de la sociedad conjunta, mientras que Porsche controla el 45 por ciento restante. La compra, valorada en torno a mil millones de euros, otorgaría a Rimac el control total sobre la estrategia y el rumbo tecnológico de Bugatti.
El fundador y consejero delegado, Mate Rimac, de 37 años, declaró recientemente que desea tomar decisiones a largo plazo "sin tener que explicarlas a cincuenta personas". El mensaje fue contundente: busca dejar atrás la sombra de la industria automovilística alemana y definir el próximo capítulo de Bugatti bajo sus propias condiciones.
Para financiar la adquisición, Rimac ha reunido a un grupo internacional de inversores y fondos de capital privado, con el objetivo de cerrar la operación antes de 2026.
Si la maniobra prospera, Bugatti podría abandonar por completo los motores de combustión y apostar por un futuro totalmente eléctrico. Dada la trayectoria innovadora de Rimac, esa posibilidad parece menos una utopía y más la evolución natural de una de las marcas de altas prestaciones más legendarias del mundo.
