
Renault planea resucitar el espíritu deportivo con un Megane electrificado y el posible regreso de RS
En el Salón del Automóvil de Múnich, el director general Fabrice Cambolive insinuó ante un grupo selecto que el futuro del Megane E-Tech no se limitará a su actual papel de coche urbano. Para hacerlo más atractivo, se está preparando una versión más deportiva, que contará con una batería de mayor capacidad y una presencia más musculosa.
Actualmente, el Megane E-Tech más potente equipa una batería de 60 kWh que permite recorrer hasta 459 kilómetros según el ciclo WLTP. Esta cifra queda por detrás del Scenic E-Tech de Renault, cuyo paquete de 87 kWh alcanza hasta 615 kilómetros, y del próximo Nissan Leaf, que compartirá la plataforma AmpR Medium y dispondrá de una batería de 75 kWh para superar los 600 kilómetros. Los tres modelos comparten un motor delantero de 218 caballos.
Sin embargo, la autonomía por sí sola no justificará un precio superior. Como explicó el jefe de diseño Laurens van den Acker, el Megane más deportivo también recibirá mejoras visuales: paragolpes más agresivos, llantas de mayor tamaño y una postura que transmita carácter de compacto deportivo, no solo más kilovatios.
Se espera que esta versión vitaminada del Megane E-Tech debute en un plazo de seis a nueve meses. La gran incógnita es si lucirá el mítico emblema RS. Cambolive ha dejado entrever su regreso, aunque no ha confirmado que el Megane sea el elegido. Hace unos años, Renaultsport fue apartada para concentrar los esfuerzos deportivos bajo la marca Alpine, lo que parecía condenar a RS al olvido.
Ahora, sin embargo, Renault parece reacio a dejar desaparecer un nombre tan emblemático. Si el renacimiento de RS se materializa en un Megane totalmente eléctrico, podría abrir un nuevo capítulo en la historia de los compactos deportivos.