














Regreso a casa en el Rin: el Mercedes-Benz CLA vuelve a Alemania
Por fin ha sucedido. El Mercedes-Benz CLA, que hasta ahora se ensamblaba en una tranquila localidad húngara, regresa a casa: al corazón de Alemania, a orillas del Rin en Rastatt. Quizá el clima político en Hungría se volvió demasiado frío, o tal vez, en tiempos difíciles, simplemente tiene sentido dar trabajo a los propios. Sea como fuere, este retorno está cargado de simbolismo y salchichas.
La planta de Rastatt, conocida hasta ahora por la producción de los compactos Clase A y los modelos eléctricos GLA y EQA, acoge ahora la fabricación de la nueva generación del CLA. Los primeros en salir de la línea de montaje son totalmente eléctricos. Las versiones híbridas llegarán a finales de otoño y, con el tiempo, la producción también se trasladará al este, a Pekín, donde Mercedes cuenta con una planta conjunta con BAIC.
Presentado en marzo, el nuevo CLA se convierte en la "puerta de entrada al mundo" de Mercedes-Benz, un papel que hasta ahora desempeñaba el Clase A. Para quienes sueñan con la estrella de tres puntas en el capó, aquí comienza el viaje. La gama es de todo menos tacaña: una berlina clásica, un Shooting Brake de corte deportivo y dos crossovers de aire campero, el GLA y el GLB, cada uno adaptado a los nuevos tiempos.
La clave está en la avanzada plataforma MMA, diseñada para alojar tanto motores de combustión como eléctricos. Por ahora, el CLA solo se ofrece como eléctrico, con una futurista arquitectura de 800 voltios. Hay versiones de propulsión trasera e integral. Y a finales de 2025 llegarán tres nuevos híbridos, todos propulsados por un novedoso motor turbo de 1,5 litros desarrollado junto a Geely. Sí, incluso aquí, China juega un papel relevante.
El CLA llegará a los concesionarios europeos en julio. Las baterías llegan desde Sajonia, los módulos de propulsión desde las afueras de Stuttgart, en Untertürkheim. Todo funciona como un reloj suizo.
Pero no todo es un camino de rosas. Las voces críticas al otro lado del Atlántico se han quejado de que el nuevo CLA no se lleva bien con los puntos de carga de 400 voltios, un verdadero problema en Estados Unidos, donde la infraestructura de carga es más irregular que ejemplar. Mercedes promete que, para 2026, todos los CLA incluirán de serie un adaptador de voltaje, para que puedan utilizar tanto sistemas de 400 como de 800 voltios sin inconvenientes.