
El récord más insólito de velocidad: un Ferrari a fondo en un portaaviones
Barone se puso al volante de un Ferrari SF90 Stradale y lo lanzó a toda velocidad por los 236 metros de la cubierta del portaaviones italiano Trieste. De ese recorrido, solo 205 metros eran utilizables para acelerar y frenar. El resultado: alcanzó unos impresionantes 164 km/h antes de pisar a fondo los frenos carbocerámicos. Así, Barone superó su propio récord de 2024, cuando logró 152 km/h en el más pequeño Garibaldi.
Nada de esto fue improvisado. El intento de récord requirió nueve meses de preparación y no faltó la tensión de última hora. La noche anterior, el Trieste había permanecido en alta mar y la lluvia dejó la cubierta resbaladiza. El equipo temía que la distancia de frenado se volviera peligrosa. Solo cuando el sol de la mañana secó la superficie, se dio luz verde para hacer historia.
Barone no es ajeno a las hazañas audaces. El italiano ya posee siete récords Guinness, entre ellos una espectacular ascensión por la serpenteante carretera Tianmen en China. Si esta última proeza será reconocida por Guinness aún está por confirmar, a la espera de la verificación oficial de los datos.
Hay un hecho indiscutible: donde la mayoría ve un gigantesco buque de guerra, Fabio Barone ve un circuito. Y en el Ferrari SF90 Stradale encontró el arma perfecta para convertir acero y asfalto en un instante de velocidad irrepetible.