
Un verdadero motorista reconoce al menos 60 especies de insectos por su sabor. ¿Pero qué más debería saber?
En casi el 80% de los accidentes de moto, el responsable es quien lleva el manillar. A veces la culpa es de un poco de alcohol aún circulando por la sangre. Otras, simplemente del pequeño detalle de no tener carnet.
Para que tu temporada sobre dos ruedas sea tan segura como emocionante, aquí tienes una breve lista de comprobación para sacudirte el polvo del invierno:
👉 ¿Hace cuánto que no montas en moto? Probablemente ha pasado un tiempo y estás algo oxidado. Ve con calma. Incluso la policía motorizada inicia la temporada con entrenamientos de calentamiento.
👉 Presta atención a la gravilla, polvo y arena que aún quedan en la carretera. El invierno no desaparece de un día para otro y suele dejar huellas.
👉 No tienes airbags. Ni zonas de deformación. Ni refuerzos laterales. Lo único que te protege es el equipamiento que llevas puesto. Así que no escatimes. Llévalo siempre, aunque solo vayas a recorrer 200 metros para comprar leche. Hazte visible: la ropa llamativa puede literalmente salvarte la vida.
👉 Da por hecho que nadie te ve. Los conductores de coche llevan meses fijándose solo en otros coches. Tú, amigo motorista, eres una anomalía inesperada en su campo de visión. Nunca permanezcas en el ángulo muerto de un coche.
👉 Mantén las distancias. Los baches y restos en la calzada no siempre aparecen en la trayectoria de las ruedas de los coches, pero pueden estar justo en la tuya. Los coches suelen frenar mejor que las motos. Tu mejor aliado en carretera es un margen de seguridad amplio.
👉 Aclara las normas con tu pasajero. Ya no viajas solo.
👉 “Tuberías ruidosas salvan vidas” – no siempre es cierto. Que tu escape despierte a medio vecindario no significa que debas hacerlo. Conduce con atención, no con arrogancia.
👉 Los semáforos no son la línea de salida de una carrera. Salir disparado cuando se pone verde no te hará ganar admiradores. Y si alguien se adelanta cruzando, tu acelerón puede acabar en un choque indeseado.
👉 Las vías públicas no son circuitos. Intentar demostrar quién manda en el asfalto suele acabar en lágrimas, hierros doblados y, a veces, algo peor. Si circulas en grupo, pactad normas. Una pequeña diferencia de velocidad afecta mucho a la distancia de frenado.
👉 Ni los mejores conductores pueden calcular bien la velocidad de una “bala” que se aproxima. Cuando tu ritmo multiplica el límite legal, la física manda. Algunos motoristas empiezan la temporada comprobando si el motor sigue teniendo toda la potencia... y acaban entregando el carnet a la policía hasta que caen las hojas.
👉 Las carreteras vacías son tentadoras. Pero entre un 5 y un 7% de los accidentes de moto al año involucran fauna salvaje. Y que sepas: los animales siempre tienen prioridad.
👉 Deja margen para el error, el tuyo y el de los demás. Incluso los mejores fallan. Da ejemplo.
👉 Antes de empezar la temporada, asegúrate de que tu moto está en perfecto estado técnico y que tienes todos los papeles en regla.
Ahora sal ahí fuera y disfruta del viaje, pero vuelve entero.