


















































Porsche Macan Electric: Alto voltaje, alto precio y una gran incógnita
El futuro del Porsche Macan es eléctrico. Desde su lanzamiento en 2014, el Macan original se convirtió en un éxito rotundo. El nuevo Macan Electric pretende repetir la hazaña en una nueva era, ahora como SUV totalmente eléctrico. Pero, ¿puede una plataforma concebida para el rendimiento destacar bajo el peso de una batería gigante y un diseño que se percibe más pulido y suavizado?
Construido sobre la misma arquitectura PPE que el Audi Q6 e-tron, el Macan Electric monta una batería de 100 kWh, de los cuales 95 kWh son utilizables. Según el ciclo WLTP, la autonomía alcanza los 641 kilómetros, aunque en condiciones reales se sitúa más bien entre 420 y 500 km en autopista. Con un cargador de 270 kW, pasar del 10% al 80% toma solo 21 minutos. Todo esto resulta impresionante, hasta que se conocen los precios.
Las variantes parten de un modelo básico de 360 caballos y llegan hasta el Turbo de 639 CV. La tracción total y la dinámica de conducción precisa son esperadas en Porsche, y los primeros ensayos confirman que mantiene un buen comportamiento. Sin embargo, superando las 2,3 toneladas, ni el mejor chasis puede obrar milagros.
El precio base en Alemania supera los 80.000 euros, mientras que el Turbo roza los 110.000. Cuando modelos como el Tesla Model Y o el BMW iX ofrecen tecnologías similares a precios menos dolorosos, Porsche debe confiar en la fidelidad a la marca para convencer a sus clientes. Técnicamente, el Macan Electric cumple con solvencia, pero ya no es, si alguna vez lo fue, un Porsche para todos.
En el interior, el nuevo Porsche Driver Experience distribuye los mandos en tres pantallas e incorpora dirección trasera y suspensión adaptativa. Sin embargo, la percepción de lujo se ve mermada por algunos plásticos de aspecto barato. Se pide un precio propio de Range Rover, aunque por momentos parece un Taycan elevado disfrazado.
El Macan Electric es, sin duda, rápido, inteligente y capaz de recargarse con soltura, luciendo la confianza del escudo Porsche. Sin embargo, también pone de manifiesto que el futuro eléctrico será brillante, pero ni ligero ni asequible.
Si Porsche quería crear el SUV eléctrico más deportivo del mercado, casi lo ha conseguido. Si el objetivo era fabricar un coche familiar eléctrico sensato, eso nunca formó parte del plan.