Porsche Cayenne Eléctrico: Del Nürburgring Virtual a la Realidad de 50 Grados

En el desarrollo del Cayenne Eléctrico, Porsche prescindió de uno de los pasos tradicionales de la industria: los prototipos construidos a mano. En su lugar, unos 120 vehículos virtuales recorrieron simulaciones del Nürburgring, autopistas y tráfico urbano, todo en pantalla. Solo más tarde, cuando los modelos de preproducción estuvieron listos, los ingenieros pusieron a prueba la teoría sobre el asfalto.

La digitalización no implica un proceso más sencillo. En Weissach, los ingenieros emplearon un nuevo banco de pruebas compuesto, impulsado por cuatro motores síncronos, capaz de reproducir desde firmes irregulares hasta deslizamientos de neumáticos. Se introdujeron escenarios extremos: vueltas completas al Nürburgring a máxima velocidad, calor abrasador de 50 grados en el Valle de la Muerte y fríos de menos 35 grados en los inviernos escandinavos. El objetivo era claro y fundamental: garantizar que la gestión térmica y el rendimiento de carga no fallen, ya sea en la autopista o esperando turno en una estación de recarga.

Según Porsche, este nuevo método reduce el tiempo de desarrollo en un 20 por ciento y ahorra recursos. Es eficiente, pero la norma de siempre sigue vigente: por muy preciso que sea el gemelo digital, la sensación de dirección y la dinámica de conducción no se deciden en un servidor. Se perfeccionan al volante, en el Nürburgring.