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Porsche Macan GTS

Porsche se desploma: beneficios en caída libre y futuro eléctrico en pausa

Autor auto.pub | Publicado el: 27.10.2025

Porsche, la joya del lujo automovilístico alemán, atraviesa su capítulo más dramático en años. La marca reportó que su beneficio operativo en los primeros nueve meses de 2025 se desplomó de 4.035 millones de euros a apenas 40 millones. En otras palabras, casi todo el beneficio desapareció. Porsche achacó el desastre a un “entorno de mercado desafiante”, aunque los detalles revelan que su acelerada apuesta por la electrificación le ha salido muy cara.

Aunque el flujo de caja subió levemente, de 1.240 a 1.350 millones de euros, es un consuelo vacío frente al desplome del 99 por ciento en las ganancias. La compañía señaló el debilitamiento del mercado global, los aranceles comerciales de Estados Unidos y la desaceleración del segmento de lujo en China como factores clave. Sin embargo, el golpe más duro provino del costoso rediseño de toda su gama de modelos.

Fin de trayecto para Cayman, Boxster y el Macan de gasolina

Porsche confirmó el fin de producción de tres modelos. Los últimos 718 Cayman y Boxster saldrán de la línea en cuestión de semanas, y el Macan con motor de combustión dirá adiós a mediados de 2026. Las ventas continuarán hasta 2027, mientras queden existencias.

La marca también admitió que el desarrollo de su próxima plataforma eléctrica se pospone hasta la próxima década. Varios modelos eléctricos anunciados con bombo y platillo quedan ahora en suspenso indefinido. El ambicioso plan de electrificación que Porsche vendió como su futuro está, en la práctica, en pausa.

Retirada cautelosa del todo eléctrico

Los planes para convertir la serie 718 en totalmente eléctrica han sido discretamente descartados. Las versiones más potentes de Cayman y Boxster seguirán con motores de combustión, y el nuevo SUV tope de gama en desarrollo debutará solo con motorizaciones de gasolina e híbridas.

Porsche se encuentra ahora atrapada entre dos mundos. El mercado exige un futuro más ecológico, pero la marca sufre bajo el peso de los altos costes de desarrollo de vehículos eléctricos y una demanda menguante de coches de alta gama. La bandera de la electromovilidad que Porsche ondeó con orgullo ahora cuelga a media asta.

Un baño de realidad para la industria europea

Lo que ocurre en Zuffenhausen refleja una desaceleración más amplia en el sector automovilístico europeo, donde el boom del coche eléctrico ha perdido fuelle y los inversores exigen beneficios, no promesas. Las últimas decisiones de Porsche marcan un giro sobrio hacia el realismo: la electrificación requerirá más tiempo, más dinero y una demanda más sólida de lo que incluso uno de los fabricantes más célebres del mundo había previsto.