El Nürburgring Prohíbe Motos en las Sesiones Públicas de Nordschleife: ¿El Fin de una Era o una Victoria para la Seguridad?
A partir de 2025, las motocicletas ya no podrán participar en las sesiones turísticas públicas (touristenfahrten) en la icónica Nordschleife del Nürburgring junto a los automóviles. Esta decisión, que pone fin a una tradición de casi un siglo de sesiones mixtas de vehículos, se tomó principalmente por razones de seguridad. Las diferencias en la dinámica de conducción entre motocicletas y coches, sumadas a accidentes graves en el pasado, incluidos choques mortales, llevaron a las autoridades del Nürburgring a dar este paso sin precedentes.
Mientras que el Nürburgring sigue abierto para los motociclistas, el acceso estará ahora estrictamente controlado. Los pilotos solo podrán experimentar el Nordschleife durante sesiones de entrenamiento supervisadas, que se realizarán solo cuatro veces al año. Como alternativa, las motocicletas seguirán siendo permitidas en el circuito de Grand Prix, donde podrán participar en sesiones mixtas con coches o en horarios dedicados exclusivamente a motos. También continuarán los días especiales de pista exclusivamente para motocicletas. Sin embargo, la libertad de simplemente llegar, comprar un boleto y rodar por el Nordschleife es cosa del pasado.
Esta decisión ha generado reacciones mixtas. Por un lado, se considera un paso necesario para la seguridad, ya que Nordschleife es famoso por su naturaleza impredecible y su potencial para alcanzar altas velocidades. Por otro lado, muchos motociclistas se sienten excluidos, ya que Nürburgring era uno de los últimos lugares en el mundo donde cualquiera, ya sea sobre dos o cuatro ruedas, podía disfrutar libremente de un circuito legendario sin restricciones.
Aunque esto marca el fin de una era, la administración de Nürburgring está convencida de que las nuevas regulaciones harán que la experiencia en la pista sea más segura y controlada. Todavía está por verse si esto resultará en una disminución de los entusiastas de las motos que visitan el circuito o en un cambio hacia experiencias de conducción más estructuradas. Lo que es seguro es que Nürburgring nunca volverá a ser igual, y el Infierno Verde está entrando en un nuevo capítulo de su legendaria historia.
