
Los Nuevos RAV4 y Highlander de Toyota Toman Forma en Laboratorios Chinos
Cuando se piensa en Toyota, suele venir a la mente la precisión japonesa: ingenieros con bata blanca revisando pinzas de freno con micrómetros hasta altas horas de la noche. Sin embargo, es hora de dejar atrás esa imagen. Toyota está entregando el timón a China. La próxima generación del RAV4, Highlander e incluso la Sienna no nacerán en Tokio, sino en los laboratorios de desarrollo de una fábrica en Guangdong, en estrecha colaboración con empresas locales.
Según informan medios chinos, el gigante japonés de la automoción ha decidido confiar no solo sus eléctricos de la serie bZ, sino también sus modelos tradicionales de gasolina al desarrollo chino. FAW-Toyota asumirá la producción y el I+D ya está trasladándose de forma decidida a territorio chino. Para el mercado local, esto significa que el RAV4 y el Highlander se alejarán cada vez más de lo que esperan los consumidores occidentales o japoneses. Pero si estos modelos triunfan, la exportación a Europa y Estados Unidos está sobre la mesa.
El centro de investigación y desarrollo de Toyota en China disfrutará de mayor autonomía, sin necesidad de solicitar aprobación a Tokio para cada detalle técnico. Las decisiones sobre proveedores podrán tomarse localmente. Además, Toyota está consolidando sus operaciones en China: FAW-Toyota, GAC-Toyota, BYD-Toyota e incluso la división digital IEM se integrarán bajo una sola gestión. Hasta ahora, cada entidad operaba como un pequeño feudo independiente.
Aunque parezca que Toyota renuncia a su alma japonesa, la empresa ha marcado límites claros. Un representante anónimo ha asegurado que no habrá concesiones en seguridad, sistemas de frenos, dirección ni estándares de baterías. Sin embargo, para agilizar los procesos, el desarrollo creativo e intelectual quedará en manos de los equipos locales. Y no será extraño que el diseño, tanto interior como exterior, de los próximos modelos tenga un marcado acento chino. Todo en aras de una mayor rapidez de lanzamiento.
Ya existen precedentes: el crossover eléctrico bZ5 llegó al mercado en solo un año. Sin la colaboración de GAC, FAW y BYD, habría llevado al menos tres. Volkswagen ya ha seguido una estrategia similar, así que Toyota no es la única. Hay que acostumbrarse a la idea: el próximo RAV4, aunque conserve el pulso japonés, probablemente nazca en Pekín.