Noruega entierra el motor de combustión: el 97% de los coches nuevos ya son eléctricos
Mientras el resto de Europa sigue debatiendo si la prohibición de motores de combustión en 2035 es realista, Noruega demuestra que es posible mucho antes y de forma totalmente voluntaria. En un país de apenas 5,5 millones de habitantes, el coche eléctrico ya no es el futuro, sino la norma.
Dominio eléctrico alcanza cifras históricas
Las cifras de junio de 2025 resultan impactantes. De los 18.376 vehículos nuevos matriculados ese mes, 17.799 eran totalmente eléctricos, lo que otorga a los eléctricos una cuota de mercado del 96,9%. La media del primer semestre superó el 92%. Las ventas de gasolina y diésel han caído tanto que los estadísticos las consideran un simple ajuste decimal. Los pocos que aún se venden suelen ser modelos en liquidación o excepciones para ciertas flotas empresariales.
Los grandes beneficiados son Tesla, Volkswagen y Volvo, que aprovechan la clara decisión de los compradores noruegos de dejar atrás la era del motor de gasolina.
¿Por qué Noruega? Una fórmula sencilla de impuestos y lógica
La clave está en una combinación de política fiscal y mentalidad. Los coches eléctricos en Noruega están exentos de aranceles de importación e impuestos de matriculación, mientras que comprar un coche de gasolina se equipara a adquirir un yate de lujo. Todo el país dispone de cargadores rápidos y casi toda la electricidad procede de fuentes renovables.
El resultado se asemeja a un experimento nacional. Cuando el gobierno ofrece a los consumidores una elección clara y ventajas tangibles, el comportamiento cambia de inmediato. Los noruegos ya no compran coches eléctricos por conciencia ecológica. Los eligen porque resultan más económicos, fáciles de usar y, sencillamente, más prácticos.
Fin de una era
La época de los motores de combustión en Noruega no está en declive, ha terminado. Lo que antes parecía una visión utópica de un futuro totalmente eléctrico es ya una realidad cotidiana en las calles de Oslo.