
Una niña de 12 años tomó el volante para salvar a su cachorro
Sola y desesperada, la niña cogió las llaves del coche. Aunque nunca había conducido, hizo lo único que le pareció lógico: intentó llevar a su cachorro al veterinario. Consiguió recorrer casi un kilómetro desde su casa antes de que unas luces azules la detuvieran.
El agente que paró el vehículo comprendió de inmediato que no era una parada de tráfico habitual. Sin perder tiempo, subió a la niña y a su cachorro a su coche patrulla y condujo rápidamente hasta la clínica veterinaria más cercana. Gracias a su rápida intervención, el cachorro sobrevivió.
Más tarde, cuando la niña, aún conmocionada, se reencontró con su madre en el trabajo, el agente se despidió con unas palabras que lo resumieron todo:
"Normalmente le daría una charla, esperando que criara a una mejor hija. Pero señora, ha criado a una joven increíble, fuerte, compasiva e inteligente. Solo asegúrese de que aprenda por qué lado de la carretera debe conducir dentro de unos años."