
Clase magistral de fraude: prende fuego a su Porsche bajo una cámara de seguridad
Algunos persiguen sus sueños con pasión. Otros, literalmente, los prenden fuego con la esperanza de cobrar un seguro. Se pensaría que el sentido común frenaría estos impulsos, pero en Brasil hasta la calle más recóndita puede estar vigilada por una cámara.
En el estado brasileño de Paraná, un hombre decidió que su Porsche 911 merecía un nuevo comienzo, preferiblemente en forma de indemnización. El plan era sencillo y parecía infalible, como esos retos virales en redes sociales: denunciar el coche como robado junto con él mismo y alegar que unos delincuentes lo habían incendiado. Para dar más realismo, incluso se provocó quemaduras y acudió al hospital, porque los detalles importan cuando hay millones en juego.
Todo podría haber salido bien de no ser por un pequeño detalle: el avance de la tecnología. La policía localizó una cámara cercana que grabó al supuesto perjudicado rociando el coche con combustible y prendiéndole fuego. La escena parecía sacada de una película de acción de bajo presupuesto, salvo que el protagonista olvidó preparar un final en el que saliera indemne.
Se supo después que el hombre tenía deudas fiscales y que quemar el Porsche le pareció la forma más sencilla de recuperar su inversión. Por desgracia para él, el seguro no pagará cuando el fraude ha quedado grabado y el responsable es perfectamente reconocible.
El Porsche es ahora ceniza, la indemnización no llegará, las deudas siguen y el Estado dispone de una prueba en vídeo que demuestra que la estupidez puede arder más que la gasolina.