


Needlefish patrulla el Golfo: un barco robot con visión más allá del horizonte
Cuando un grupo de oceanógrafos conocidos por cartografiar los fondos marinos decide centrarse en el desarrollo de tecnología marítima de vanguardia, merece la pena prestar atención. Ocean Infinity, una empresa especializada en un rincón poco conocido de la ciencia marina, ha presentado el Needlefish: un catamarán estilizado de 14 metros capaz de alcanzar los 70 km/h. No lleva armas, no necesita tripulación y ha sido diseñado específicamente para la vigilancia. Actualmente, ya patrulla las aguas de Kuwait.
Aunque parezca ciencia ficción, el Needlefish ya está en funcionamiento. Forma parte de una sofisticada red de monitorización marítima respaldada por la firma británica SRT Marine Systems. No se trata de una embarcación aislada, sino de un nodo más en el cerebro de un sistema mayor llamado SRT C5iSR.
Que no engañe su falta de armamento. El Needlefish puede rastrear, escanear, cartografiar, registrar y transmitir datos a los centros de mando en tiempo real. Gracias a su arsenal de sensores remotos, su visión supera con creces la línea del horizonte. No necesita mástil de radar ni una tripulación aburrida: sólo una máquina capaz de ver y conocer, incluso en ausencia de ojos humanos.
Su diseño parece sacado de un guion de ciencia ficción: estrecho, elegante y sorprendentemente astuto en su aspecto. El nombre Needlefish le va como anillo al dedo: afilado, veloz y con una elegancia hidrodinámica. Lo más destacable es que incorpora una gama completa de sensores marinos para realizar estudios geodésicos y monitorización en aguas profundas, todo ello sin que nadie suba a bordo.
La guardia costera de Kuwait ya ha probado dos unidades, organizando una demostración en la que el barco robot surcó la bahía ante la atenta mirada de altos cargos. Hubo gestos de aprobación, apretones de manos. El mensaje era claro: el Golfo Pérsico podría estar vigilado pronto por una flota parcialmente autónoma.
Y sí, ya es una realidad.