
Mercedes reconoce que el mundo no estaba preparado para el EQS
Cuando Mercedes-Benz presentó su buque insignia eléctrico, el EQS, hace cuatro años y con gran expectación, imaginaba un mundo rindiéndose ante sus pies. Pero en lugar de aplausos, el público reaccionó con desconcierto y, sinceramente, escepticismo. Ahora, tras varios años, Mercedes finalmente ofrece una explicación sincera: la gente sencillamente no lo entendió. O al menos eso es lo que prefiere pensar su jefe de diseño, Gorden Wagener.
Según Wagener, el EQS era simplemente "demasiado avanzado". Nunca pretendió ser una versión eléctrica del S-Class. Era algo mucho más allá de eso. O eso asegura Mercedes.
Wagener también reconoce un error de enfoque comercial. Si el EQS se hubiera presentado como un CLS futurista o un coupé del S-Class, probablemente habría recibido una acogida más cálida. Sin embargo, el público vio un objeto extraño y sin forma definida, lejos del lujo que esperan de Mercedes-Benz.
En la primavera de 2024 se intentó revitalizar el modelo con algunos retoques sutiles, como franjas plateadas en la parrilla frontal y un emblema en el capó, pero el diseño principal permaneció intacto y los clientes siguieron indiferentes.
Ahora, la realidad es clara: no habrá una segunda generación del EQS. El modelo se integrará en la gama del S-Class, de forma similar a lo que BMW ha hecho con la Serie 7 y el i7. La próxima generación del S-Class, que contará con versiones tanto de combustión como eléctricas, no llegará antes de 2030. El EQS recibirá una última actualización, esta vez más centrada en mejoras técnicas que en cambios estéticos.