Mercedes-Benz lo intenta de nuevo: Nuevo GLC eléctrico, nueva parrilla, misma retórica
Para Mercedes-Benz, la electrificación no es solo un cambio técnico, sino también una oportunidad para presentar el “nuevo rostro” de la marca. El primero en lucirlo es el completamente renovado GLC eléctrico, que debuta con una reinterpretación de la icónica parrilla, evidentemente pensada para impresionar visualmente más que por necesidad de refrigeración.
Esta nueva parrilla incorpora un gran marco cromado, una malla de plástico efecto cristal ahumado y 942 píxeles retroiluminados que pueden animarse, por si el coche resultara demasiado inerte. La estrella central se ilumina, como ya ocurre en otros modelos EQ.
Mercedes insiste en que esto no es simplemente un lavado de cara, sino una forma de “dar significado” a la identidad visual de la marca. El jefe de diseño, Gorden Wagener, la define como “instantáneamente reconocible”, aunque esa afirmación podría ser más sólida si este enfoque no estuviera ya presente en varios modelos distintos.
La filosofía de diseño de “pureza sensual”, que ha caracterizado a Mercedes durante décadas, entra ahora en su “siguiente fase”: líneas más limpias, superficies amplias y menos elementos físicos. El resultado es una silueta elegante que destaca tanto en imágenes como en salas de exposición.
El GLC eléctrico incorpora el nuevo sistema operativo MB.OS de la marca, que promete ser intuitivo, inteligente y adaptable.
En el interior, la línea es coherente. La pantalla MBUX Hyperscreen disponible es más grande que nunca y ocupa todo el salpicadero. Su objetivo declarado es ofrecer una sensación “como en casa”. En otras palabras: el coche aspira a convertirse en tu salón digital, un espacio donde todo resulta familiar.
