Británicos se niegan a vender un Mercedes-Benz 500 SL ‘nuevo’ de 43 años: irá a un museo
La historia comenzó en 1982, cuando un caballero de Staffordshire, el señor Hough, encargó un Mercedes-Benz 500 SL completamente nuevo, seleccionando todas las opciones disponibles. Tras la entrega, el coche fue trasladado directamente del concesionario a su garaje privado. Jamás fue matriculado ni conducido.
El señor Hough trató su coche como una obra de arte y no como una simple máquina. Su garaje contaba con control de clima y deshumidificador, manteniendo durante más de cuarenta años unas condiciones perfectas de temperatura y humedad. El resultado es un vehículo que parece recién salido de la línea de producción.
Impecable tras cuatro décadas
Después de 43 años, el cuentakilómetros marca solo 42 millas (67,5 kilómetros). La pintura brilla como si acabara de ser pulida en Stuttgart, el interior de cuero conserva ese inconfundible aroma a coche nuevo y aún se aprecian en algunos puntos los recubrimientos protectores originales de fábrica. Cuando el equipo de SL Shop inspeccionó el vehículo, lo encontró en un estado sorprendentemente original, auténtica cápsula del tiempo sobre ruedas.
Más allá de cualquier precio
Recientemente, el señor Hough acudió a SL Shop para buscar un nuevo custodio para su apreciado 500 SL. La empresa se enfrentó a una decisión difícil. Los expertos estimaron que el coche podría alcanzar más de 250.000 dólares (unos 235.000 euros) en subasta, pero el equipo optó por no venderlo. Prefirieron conservarlo como homenaje al esmero y dedicación de su propietario, exponiéndolo de forma permanente en su sede.
El cromado sigue reluciente, el motor espera paciente y el tiempo, al parecer, se ha detenido con cortesía, tal y como el señor Hough había planeado.
