Mecum Monterey: Multitud récord, resultados contenidos
La Semana del Automóvil de Monterey ha llegado a su fin, dejando tras de sí los últimos recuentos de ventas y asistencia. La subasta anual de Mecum en Monterey batió récord de público, aunque cerró con 45 millones de dólares en ventas totales: una cifra sólida, pero lejos de destacar en el competitivo entorno de la Car Week.
Mecum reunió una selección ecléctica de 500 coches y 100 motocicletas, combinando exotismo europeo con músculo americano y rarezas anteriores a la guerra. Sin embargo, la gran atracción no fue un vehículo subastado, sino la exhibición del trofeo: un Ferrari 250 GTO “Bianco Speciale” de 1962. Único ejemplar fabricado en blanco, encabezará la subasta de Mecum en Florida a principios de 2026 y fue el centro de todas las miradas durante el fin de semana.
El resultado más alto en Monterey lo logró un Lamborghini Miura P400 S de 1969, acabado en verde pistacho, que alcanzó 1,98 millones de dólares. Le siguieron de cerca un Mercedes-Benz 300SL Gullwing por 1,65 millones y su versión Roadster por 1,485 millones. Entre los clásicos estadounidenses, un Duesenberg Model J y un Dodge Hemi Daytona de 1969 empataron en 1,32 millones, este último destacado por su vínculo con la leyenda de NASCAR Bobby Allison.
También superó el millón un Porsche 911 Carrera RS Lightweight de 1973. En cambio, los deportivos modernos como el Ferrari SF90 Spider y el Porsche 911 S/T quedaron rezagados respecto a los clásicos, tanto en precios como en interés de los pujadores.
En el apartado de motocicletas, brilló una Harley-Davidson 6-A Single de 1910, vendida por 115.500 dólares. Una Kawasaki Z1A 900 de 1974 marcó un nuevo récord con 82.500 dólares, reflejando el creciente atractivo de las motos japonesas de colección.
Mecum quiso destacar su récord de asistencia, pero en cifras puras del sector, los 45 millones sitúan la subasta en un nivel respetable, aunque lejos de lo espectacular. En Pebble Beach y sus eventos satélite, estos totales son habituales. El mensaje es claro: la demanda sigue fuerte, pero los compradores son cada vez más selectivos y las grandes sumas solo giran en torno a los nombres más icónicos.