El Maserati MC12 Stradale se vende por un precio récord: nostalgia y exclusividad mandan

Solo se fabricaron 50 unidades del MC12 Stradale, repartidas a partes iguales entre 2004 y 2005. Mecánicamente, era gemelo del Ferrari Enzo, aunque vestía una carrocería más larga y espectacular, pintada en el inconfundible azul y blanco de Maserati. Bajo la piel de fibra de carbono se escondía un imponente V12 de 6,0 litros con 630 caballos, que hace dos décadas lo convertía en un auténtico coche de carreras matriculado.

El pedigrí del modelo se forjó en la competición GT1, donde el MC12 cosechó victorias y títulos para Maserati. Ese legado deportivo, unido a su extrema rareza, lo ha transformado en una estrella de las subastas. El último precio alcanzado superó en casi un 40 por ciento el récord anterior, una señal clara de que los coleccionistas valoran la escasez y la herencia deportiva incluso por encima de la tecnología más avanzada.

Maserati, como era de esperar, celebra el resultado como una confirmación de su "diseño y tecnología atemporales". En realidad, la venta pone de manifiesto la búsqueda casi obsesiva del mundo del coleccionismo por los iconos de los años 2000, una época en la que los V12 atmosféricos aún rugían con fuerza, sin concesiones y muy vivos. Hoy la marca produce series limitadas como el MCXtrema, pero el verdadero interés económico sigue centrado en las joyas de su pasado.