El Kia Stonic se afila por fuera pero mantiene su esencia
Kia ha presentado el renovado Stonic, su crossover compacto que sigue posicionándose como la opción “inteligente” y “atrevida” del segmento B. Pese a las promesas de marketing sobre confort y tecnología de “clase superior”, la actualización es un discreto lavado de cara, no una revolución.
El nuevo Stonic adopta el lenguaje de diseño “Opposites United” de Kia, con líneas más definidas, detalles renovados en la parrilla y una firma lumínica revisada. El coche crece 25 milímetros, no por una mayor distancia entre ejes, sino gracias a los paragolpes rediseñados. En la parte trasera, estrena portón, ópticas rediseñadas y un paragolpes de líneas más limpias. Se suman dos nuevos colores a la gama y el acabado GT-Line incorpora llantas de 17 pulgadas.
La oferta mecánica no depara sorpresas. El conocido motor 1.0 T-GDI sigue siendo la base, disponible con 100 CV en versión gasolina o como híbrido suave de 115 CV. Ambas variantes pueden asociarse a un cambio manual de seis marchas o a un automático de doble embrague y siete velocidades. El resultado es un modelo de transición de manual: electrificado lo justo para parecer más ecológico en ficha, pero aún lejos de un futuro totalmente eléctrico.
En el interior, Kia presume de un gran salto adelante con la integración de dos pantallas de 12,3 pulgadas en una experiencia digital “panorámica”. En la práctica, esto implica que los mandos del climatizador pasan a la pantalla táctil, dejando la comodidad al criterio de cada usuario. Un nuevo volante, una consola central revisada y la iluminación ambiental suponen más retoques estéticos que una transformación real.
Kia destaca que el Stonic puede equipar ahora toda la gama de asistentes ADAS, como ayudas a la frenada de emergencia, control de ángulo muerto, control de crucero adaptativo e incluso conducción semiautónoma en autopista. También se añade la llave digital, que permite abrir y arrancar el coche con el móvil.
El renovado Kia Stonic es una actualización medida de una fórmula conocida: imagen algo más afilada, pantallas más grandes y algunos sistemas de seguridad premium. La gama de motores no cambia y su posición en el mercado sigue intacta. Continúa siendo el crossover pequeño que triunfa precisamente por no pretender ser más que una opción asequible y equilibrada.
