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Chery Tiggo 8

Israel expulsa autos chinos por temor a espionaje

Autor auto.pub | Publicado el: 03.11.2025

Los autos chinos salieron de las bases militares israelíes y no volverán a entrar. Los oficiales que hasta hace poco conducían grandes SUV Chery de siete plazas deben devolverlos. No es por un motor ruidoso ni una caja de cambios desgastada, sino por la conclusión de expertos en inteligencia: estos vehículos podrían estar escuchando.

Hace tiempo que los especialistas en ciberseguridad advierten que el coche moderno se comporta como un smartphone sobre ruedas. Las cámaras observan, los micrófonos graban y la telemetría envía datos a donde los ingenieros decidan. Puede parecer inofensivo en un utilitario familiar, pero si al volante va un oficial con acceso a información sensible, el asunto adquiere un cariz estratégico.

El ejército israelí intentó primero medidas más suaves. Bloqueó vehículos que usaban servidores chinos y hasta consideró una "esterilización" de software para impedir la transmisión de datos. Pero esa solución resultó impráctica y caótica. Al final, optaron por la vía directa: apartar los autos chinos, aunque sean nuevos y relucientes.

Del Chery Tiggo 8 al Mitsubishi Outlander

El Chery Tiggo 8, un SUV familiar de siete plazas muy popular, se convirtió en sospechoso inesperado. Hoy, muchos de esos vehículos esperan en un aparcamiento mientras recogen las llaves y entregan Mitsubishi Outlander fabricados en Japón como reemplazo. Los huecos se llenan rápido y la flota no quedará mermada por mucho tiempo.

Algunos oficiales aceptaron el cambio sin problemas. Otros lo vivieron como niños a los que les quitan un juguete, porque, según uno de ellos, "puede que esté hablando con extraños". El ejército israelí no bromea cuando se trata de inteligencia y datos.

Un retiro gradual y discreto

El proceso comenzó casi sin que nadie lo notara. Primero se prohibió la entrada de autos chinos a las bases. Luego se investigó quién los usaba y con qué frecuencia circulaban por zonas sensibles. Cuando el panorama quedó claro, empezó la retirada.

Para Navidad, la mayoría de estos vehículos debería haber desaparecido de la flota militar. En 2026 entrarán en servicio nuevos autos con orígenes verificados. Todo el sistema avanza, silenciosa pero firmemente, hacia un estado en el que ningún botón ni sensor envíe información fuera del control del conductor.

Preguntas mayores para cualquier propietario

Si Israel, país famoso por su ciberseguridad y capacidades de vigilancia, no puede confiar del todo en la nueva generación de autos, ¿qué debería pensar un consumidor europeo común? El coche ya no es solo un medio de transporte: es un prototipo de centro de datos móvil.

Que una autoridad militar hable de espionaje no significa que cada auto chino grabe conversaciones secretas. Pero el riesgo existe. Cada sensor, cada sistema conectado y cada actualización automática exige una respuesta clara: ¿quién lo controla? Si no hay respuesta, la opción más simple sigue siendo la más segura: desenchufar y devolver las llaves.

La verdadera ironía de la decisión israelí es esta: un ejército que suele confiar en inteligencia de primer nivel y tecnología punta ahora prefiere una máquina que haga menos, no más. A veces, el vehículo más seguro es el que no dice nada.