









Ingenieros letones se atreven a revivir el espíritu del Porsche 917
D Zug, con sede en Letonia, ha anunciado que ya acepta pedidos para su próximo superdeportivo, el DZ12, un proyecto que se desarrolla discretamente desde 2019. La compañía recalca que no se trata de un clon del 917, sino de una reinterpretación contemporánea con un precio base de 2,1 millones de dólares. La carrocería y los paneles son casi íntegramente de fibra de carbono, el chasis es una estructura tubular de acero y tanto los amortiguadores ajustables como los frenos carbocerámicos prometen una precisión digna de circuito.
Si el Porsche 917 original dominó las carreras de resistencia en los años setenta, el DZ12 busca impresionar por su artesanía y tecnología. En su corazón late un V12 atmosférico de 6,0 litros fabricado en aleaciones de aluminio y titanio. Aunque la potencia sigue siendo un secreto, el motor alcanza unas sorprendentes 9.000 revoluciones por minuto. Los puristas celebrarán que se ofrezca con una caja de cambios manual de seis velocidades y un sistema de escape sin filtros, diseñado para ofrecer una banda sonora auténtica y visceral.
La producción será tan exclusiva como el propio coche: no se fabricarán más de 100 unidades. Eso lo convierte en una pieza aún más rara que muchos de los Porsche más codiciados. Como referencia, recientemente se rechazó una oferta superior a 25 millones de dólares por un escasísimo 917K.
El DZ12 es a la vez homenaje y manifiesto, una declaración de que la gloria pasada puede ser el trampolín hacia algo nuevo, atractivo y profundamente ambicioso. El Porsche 917 siempre será una leyenda del automovilismo, pero quizá sean los primeros kilómetros letones del DZ12 los que decidan si está a punto de escribirse un nuevo capítulo en la historia de los superdeportivos.