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INFINITI QX80 R-Spec

Infiniti QX80 R-Spec: lujo brutal con alma de GT-R

Autor auto.pub | Publicado el: 28.10.2025

Infiniti demuestra que un SUV de lujo y mil caballos de fuerza pueden convivir sin ruborizarse. La división estadounidense de la marca ha presentado el QX80 R-Spec, una edición especial que abandona su habitual V8 para adoptar el legendario V6 biturbo de 3,8 litros del Nissan GT-R. Tras una profunda reingeniería, el motor ahora entrega unos descomunales 1000 caballos, convirtiendo al QX80 en algo más que un SUV equipado: es una declaración de intenciones pensada para brillar en el SEMA.

El motor VR38DETT, que en el GT-R50 alcanzaba 720 caballos, ha sido completamente transformado. Los ingenieros instalaron nuevos pistones, turbos Garrett, colectores a medida y un sistema de combustible reforzado. Una centralita independiente, transmisión reforzada y mejoras en la refrigeración llevan la potencia a unos 735 kilovatios, cifras más propias de un dragster que de un SUV familiar.

Para evitar que semejante mole se comporte como un ladrillo volador en línea recta, Infiniti revisó la suspensión y la dirección. El R-Spec incorpora nuevos nudillos de dirección, columna modificada, muelles deportivos Eibach y llantas de 24 pulgadas que esconden frenos carbocerámicos del GT-R.

El kit de carrocería merece mención aparte. Aletas ensanchadas, paragolpes musculosos y una iluminación tipo píxel en lugar de los antinieblas convierten al QX80 en una bestia intimidante. Todo ello envuelto en un vinilo Midnight Purple, homenaje directo a los míticos GT-R R34 y R35. Los diseñadores reconocen que se inspiraron en el GT-R R35 T-Spec Takumi Edition.

Infiniti define al QX80 R-Spec como un experimento creativo, una exploración de hasta dónde puede llegar la imaginación en un SUV de lujo. El siguiente paso más realista es el ya conocido QX80 Track Spec, que utiliza un V6 de 3,5 litros con 650 caballos y un enfoque igualmente radical.

En una época dominada por híbridos y eléctricos, el R-Spec demuestra que la locura mecánica aún respira. Este ejemplar único no cambiará el rumbo de la marca, pero deja claro que Infiniti quiere recuperar su identidad deportiva. Y cuando esa identidad se materializa en un monstruo de 1000 caballos, nadie puede acusarles de ser conservadores.