Gordon Murray erige su propio homenaje a Le Mans en Monterey
El profesor Gordon Murray nunca pierde la ocasión de recalcar que sus coches son "atemporales, bellos y ejemplos de pura ingeniería". La Monterey Car Week 2025 le brindó el escenario perfecto, ya que su nueva filial, Gordon Murray Special Vehicles, presentó dos modelos concebidos como tributo a Le Mans.
El primero, el S1 LM, es una serie limitada a cinco unidades construidas en torno a un nuevo V12 de 4,3 litros que sube hasta las 12.100 rpm y ruge a través de cuatro escapes centrales envueltos en protección térmica dorada. Suena más a instrumento artesanal que a superdeportivo de producción. Ligero, afinado por una aerodinámica funcional y con una cabina inspirada en aviones de combate con disposición monoplaza, el S1 LM retoma el discurso de "volver a los orígenes" que Murray ya empleó con el T.50, aunque esta vez el foco está puesto en la victoria de Le Mans en 1995.
El segundo, el Le Mans GTR, es una edición de 24 unidades, cada una representando una hora de la carrera. Su diseño toma referencias de iconos de la resistencia como el Porsche 917, el Matra MS660 y el Alfa Romeo Tipo 33. El resultado es un longtail moderno que promete más carga aerodinámica que el T.50, aunque prescinde del famoso ventilador. Todos los ejemplares ya tienen dueño, sus precios no se han hecho públicos y sus compradores son coleccionistas fieles que adquieren más bien historias seleccionadas que simples coches.
Nada de esto es casual. El triunfo en Le Mans de 1995, tres décadas después, se ha transformado en dos recuerdos exclusivos de altísimo precio, comercializados bajo los lemas de "belleza atemporal" y "principios de ingeniería pura". Murray sigue hablando con nostalgia de valores duraderos, pero Monterey dejó patente una realidad más cruda: sus creaciones actuales tienen menos que ver con la tecnología de vanguardia y más con reliquias exclusivas.