










Giamaro Quiere Morder el Tubo de Escape de Bugatti
Si piensas que el mundo de los hiperdeportivos es solo un patio de recreo de ciencia ficción para multimillonarios, donde únicamente Bugatti, Koenigsegg y Pagani pueden jugar con los grandes juguetes, piénsalo otra vez. Hay un nuevo gladiador entrando en la arena: Giamaro Automobili. Una obsesión familiar desbordada que, de algún modo, se ha convertido en ruedas, carrocería y una ambición absolutamente desmedida.
Fundada en 2021 por dos italianos—Emiliano Giacomo Commendatore y su hijo Pierfrancesco—Giamaro demuestra que cuando un padre y un hijo se preguntan: “¿Y si…?”, la respuesta no es pizza. Es un motor V12 y cuatro turbocompresores.
Primer acto: Katla. Un hiperdeportivo cuyo corazón es un V12 de 7 litros capaz de desatar 1670 o 2157 caballos, dependiendo de la llave de contacto codificada por colores que te atrevas a sacar del bolsillo.
El Katla se sostiene sobre un monocasco de fibra de carbono, combinado con una suspensión de aluminio y todo un despliegue de electrónica diseñada para mantenerlo pegado al asfalto, incluso cuando las leyes de Newton parecen no estar de acuerdo. La potencia llega a las ruedas traseras a través de una caja de cambios CIMA de siete marchas—aunque tienen guardada una transmisión robótica de 11 velocidades, por si acaso.
Segundo acto: Albor. Quizá la creación más audaz desde que el Lancia Stratos volvió a la vida. Una bestia de carrocería cupé y dos puertas. ¿Tracción total? Tal vez sí, tal vez no. Nadie lo sabe con certeza aún. Pero algo está claro: Loris Bicocchi—el hombre que enseñó al Bugatti Veyron a correr y dotó al Pagani Zonda de su voz—también participa en esta locura operística.
Así que no, el futuro de los hiperdeportivos no será totalmente ecológico y silencioso. No mientras Giamaro tenga algo que decir al respecto.