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Spyker C8 Aileron

El fundador de Spyker gana una larga batalla legal y recupera la marca

Autor auto.pub | Publicado el: 14.10.2025

El nombre Spyker resulta familiar para quienes siguen el pequeño pero intenso mundo europeo de los fabricantes de superdeportivos artesanales. A comienzos de los años 2000, el empresario Victor R. Muller resucitó la histórica marca neerlandesa, que en sus orígenes fabricó motores de avión y lujosos automóviles a principios del siglo XX. Su objetivo era ambicioso: crear deportivos completamente hechos a mano, con un nivel de artesanía y diseño capaz de rivalizar con lo mejor de Aston Martin y Pagani.

De ese sueño nacieron los extravagantes C8 y C12, modelos de diseño inspirado en la aviación, acabados en aluminio pulido, cuero acolchado y mandos con detalles dorados. Admirados por su estética, se produjeron en cantidades muy limitadas. Las grandes aspiraciones de Muller —desde la breve y desafortunada compra de Saab en 2010 hasta el intento de crear un equipo de Fórmula 1 y las colaboraciones con inversores rusos— acabaron llevando a Spyker a sucesivas crisis financieras. La empresa se declaró en quiebra en más de una ocasión, pero hizo honor a su lema latino: Nulla Tenaci Invia Est Via, para el tenaz no hay camino imposible.

Ahora, en 2025, Muller vuelve a tomar las riendas. La compañía ha confirmado que se ha alcanzado un acuerdo definitivo con los administradores de dos antiguas filiales y que todas las reclamaciones mutuas han sido canceladas. Esto significa que las marcas y la propiedad intelectual de Spyker vuelven a estar plenamente bajo el control de Muller.

Según la empresa, la prolongada disputa legal no detuvo la actividad de la matriz, aunque la producción y la presencia pública han sido mínimas en los últimos años. La comunidad ha sobrevivido gracias a entusiastas fieles, en especial Jasper den Dopper, quien mantiene y restaura más de 250 vehículos Spyker en todo el mundo a través de su empresa Spyker Enthusiast.

Muller ha declarado que la marca puede volver a centrarse en su objetivo original: fabricar superdeportivos artesanales en series muy limitadas. Sin embargo, no está claro si veremos nuevos modelos de Spyker en los próximos años. Las últimas unidades producidas datan de la década de 2010 y aún no se han presentado novedades al público.

Aun así, este regreso de Spyker podría convertirse en otro capítulo fascinante en la historia de los fabricantes de automóviles más exclusivos y románticos de Europa, marcas que siguen viviendo más como leyenda que como negocio.