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Ferrari F76

Ferrari F76: El superdeportivo que solo existe en NFT

Autor auto.pub | Publicado el: 27.10.2025

Ferrari celebró su tercera victoria consecutiva en las 24 Horas de Le Mans de una forma poco convencional: presentó un coche que jamás veremos en el mundo real. El nuevo F76 es una creación completamente digital, existe únicamente como NFT y su nombre rinde homenaje al primer triunfo de la marca en Le Mans hace 76 años, en 1949.

Bajo la dirección de Flavio Manzoni, el F76 salió del centro de diseño de Ferrari como lo que la marca define como “un proyecto de innovación virtual que fusiona la herencia de competición de Ferrari con la creatividad del diseño digital”. Traducido: Ferrari quiere su parcela en el metaverso, donde los caballos de fuerza se sustituyen por píxeles.

Un homenaje digital a la gloria de Le Mans

El F76 simboliza el éxito de los 499P de Ferrari en Le Mans. Presenta dos cabinas separadas, una carrocería ultrabaja que apenas supera la altura de las ruedas y una silueta aerodinámica tan radical que parece más una nave espacial que un coche de circuito. Los faros delanteros son cuatro puntos por lado y las luces principales son retráctiles, un guiño a los Ferrari icónicos de los años ochenta.

Sin cifras técnicas, sin motor: solo imaginación

Ferrari no ha publicado especificaciones porque no existen. El F76 vive únicamente en el universo digital, impulsado por la imaginación. Los entusiastas solo pueden admirar su diseño o, si lo prefieren, comprarlo, venderlo o coleccionarlo como activo digital.

Un símbolo del lujo que cambia de piel

El proyecto refleja la tendencia creciente entre las marcas de lujo de crear NFTs exclusivos que mezclan diseño, tecnología y coleccionismo. Es la forma de mantener el prestigio en una época en la que las nuevas generaciones valoran tanto la propiedad digital como la física.

El F76 encaja perfectamente en esta nueva realidad, donde los objetos digitales podrían llegar a rivalizar en deseo con los deportivos de carrocería metálica. Lamborghini y Bugatti ya han dado el salto al mundo NFT, pero el movimiento de Ferrari confirma que incluso el fabricante más tradicional pisa con decisión el terreno de los píxeles y la blockchain.