



























Ferrari Amalfi: Declaración Costera para Quienes Ven el Roma Demasiado Común
Ferrari presenta su última obra de elegancia y agresividad: el nuevo Amalfi. Sustituyendo al Roma, este modelo demuestra que con 640 caballos de potencia, tres pantallas, un asiento con masaje y una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,3 segundos, merece llevar el nombre de una carretera serpenteante junto a la costa italiana.
Orgulloso de ser un gran turismo con motor delantero-central, porque simplemente "motor delantero" no suena igual, el Amalfi incorpora una versión aún más voraz del querido V8 F154 de Ferrari. Con 640 CV, 760 Nm de par y un régimen que alcanza las 7.600 rpm, este motor responde como un cable bajo tensión. El sistema de gestión de los turbos es tan complejo como el código fiscal europeo, pero la recompensa es una respuesta más precisa y una banda sonora más plena, siempre dentro de los límites de la normativa acústica actual. Pisar el acelerador en el Amalfi no provoca un gruñido, sino un canto de tenor en noche de estreno.
Configurado como un 2+, los asientos traseros son más una sugerencia que una solución: aptos para niños pequeños y adultos flexibles de piernas cortas. Sin embargo, el maletero ofrece unos generosos 273 litros, suficientes para una bolsa de fin de semana o cuatro esterillas de yoga. El habitáculo combina fibra de carbono, aluminio, botones táctiles en el volante y un sistema de sonido Burmester para los escasos momentos en los que el V8 no es suficiente.
El sistema HMI de Ferrari brilla con un cuadro digital de 15,6 pulgadas, una pantalla central de 10,25 pulgadas y una de 8,8 pulgadas para el acompañante, porque ¿por qué no debería saber tu copiloto cuántas G estás soportando? Apple CarPlay, Android Auto, carga inalámbrica y MyFerrari Connect vienen de serie. Y sí, probablemente te avisará al móvil si olvidas el café en el salpicadero.
El alerón trasero es completamente activo, ajustándose en tiempo real según vayas a fondo en una recta o entrando tembloroso en una curva cerrada. A 250 km/h, añade 110 kg de carga aerodinámica aumentando la resistencia en menos de un 4%. El tipo de compromiso que solo Maranello sabe convertir en poesía.
¿De 0 a 100 km/h? 3,3 segundos.
¿De 0 a 200 km/h? 9 segundos.
¿Velocidad máxima? 320 km/h.
¿Y de 100 a 0? Solo 30,8 metros, muy útil cuando descubres que el Starbucks estaba en el lado izquierdo.
¿Mantenimiento? Siete años. Porque un Ferrari no se lleva al concesionario, se lleva a la carretera. Ferrari incluye un programa original de mantenimiento de siete años, así que aunque olvides cuándo tocaba el último cambio de aceite, ellos no lo harán.
Y ya que cuesta más que la entrada de una vivienda media, al menos elige un coche que te masajee la espalda mientras te susurra violencia operística al oído.