


La élite poderosa de Rusia cambia sus BMWs ruidosos por lujosos Aurus, pero hay un truco.
En un reciente salto hacia la opulencia nacional, la Duma Estatal de Rusia decidió jubilar su flota de BMW y Genesis sedán ya desgastados — vehículos que, en algunos casos, habían acumulado más kilómetros que un tanque de la era soviética — y sustituirlos por algo mucho más patriótico: el Aurus. Sí, ese Aurus — el sedán de lujo fabricado en Rusia con un precio de alrededor de 50 millones de rublos por unidad. Eso cuesta más que una finca campestre decente, tres Volgas y media dacha... juntos.
El vicepresidente Vladislav Davankov, cuyo anterior BMW supuestamente pasaba más tiempo en el taller que en la carretera y solo respondía a amenazas de martillos, admitió con cierto entusiasmo que "el Aurus es un coche realmente lujoso". Pero luego vino el clásico descargo político: "También es bastante caro".
Sin duda, bastante caro. Mientras que las anteriores generaciones de legisladores se conformaban con Genesis G90 o BMW Serie 7 — vehículos lejos de ser humildes —, la nueva era se desliza por las calles de Moscú en sedanes adornados con más cromo que un casino de Las Vegas. ¿Y las alfombrillas? Unos asombrosos 783,700 rublos, lo que alcanza para comprar un Lada Granta entero. Sí, leíste bien. Las alfombras bajo sus pies cuestan más que un coche real.
Y la historia no termina ahí. En un delicioso giro de ironía burocrática, los límites del seguro obligatorio de tráfico (OSAGO) son tan ridículamente bajos que si un Aurus se ve envuelto en un pequeño accidente, la compensación alcanzaría, como mucho, para cubrir una luz delantera —que, por cierto, cuesta alrededor de 300,000 rublos. ¿Y el resto? Casi seguro que lo paga el conductor.
Pero la joya de la corona de esta comedia trágica llegó cuando Davankov declaró solemnemente: "Sí, el Aurus es caro, pero al menos es ruso". Como si el lujo, la absurdidad y el nacionalismo se hubieran fusionado en una sola representación de la política de estado con cuatro puertas. Casi se puede imaginar el próximo "paquete de acabado patriótico": un soporte para Kalashnikov en la guantera y un retrato dorado de Iván el Terrible montado con orgullo en el tablero.
En cuanto a los legisladores de a pie, se les asignaron vehículos más "modestos": sedanes Lada Vesta y Aura alargados, con un costo de apenas 3 millones de rublos cada uno. Porque, como dice el refrán: algunos tienen un Aurus, otros un Aura, y el resto solo recibe la cuenta.