El V8 sigue vivo: GM apuesta fuerte por la potencia turboalimentada
Justo cuando el resto del mundo parece lanzarse de cabeza hacia un futuro eléctrico sin mirar atrás, General Motors decide abrir una válvula distinta y echar más gasolina al fuego. La compañía ha confirmado oficialmente que está desarrollando una nueva generación de motores V8 de gasolina, y no se trata de un simple lavado de cara. Es una sexta generación completamente renovada, respaldada por una inversión imponente de 888 millones de dólares.
Nada de enchufes, nada de puntos de recarga: solo potencia en estado puro y músculo rugiendo desde el corazón del Estado de Nueva York. Y si esto suena a desafío frente a la revolución ecológica, el estado contribuye con 17 millones de dólares en incentivos fiscales para hacer la jugada aún más atractiva. Está claro que no todos están dispuestos a vivir en una burbuja ecológica.
La actual gama V8 de GM ya incluye auténticas bestias de ocho cilindros inspiradas en la gloria de antaño. Con motores de 5,3 y 6,2 litros, estos propulsores mueven desde grandes pick-ups hasta lujosos SUV. El Cadillac Escalade-V y el CT5 Blackwing presumen de variantes aún más potentes, mientras que los Corvette Z06 y ZR1 llevan la diversión mecánica al extremo con prestaciones puras y sin filtros.
El futuro V8 promete no solo más potencia, sino también más inteligencia. Las mejoras en combustión y gestión térmica hacen pensar que este motor no será tan contaminante como sus antecesores. Aunque no hay noticias de electrificación, el mensaje es claro: GM no está dispuesto a despedirse de la potencia bruta por el momento. Una inversión adicional de 579 millones de dólares en Michigan refuerza aún más esta apuesta.
Oficialmente, GM apunta a un futuro eléctrico para 2035. Pero, como dijo la CEO Mary Barra: si el cliente quiere ruido de motor, el cliente tendrá ruido de motor. El V8 sigue vivo. Y no tiene intención de marcharse.
