DS N°8 promete 750 kilómetros: cuando el marketing lo llama arte, la física lo llama compromiso

En el corazón del N°8 se encuentra una batería de 97,2 kWh, una carrocería aerodinámica cuidadosamente esculpida y un sistema de tracción total con hasta 350 caballos. En las pruebas WLTP, la promesa de 750 kilómetros se mantiene, aunque la letra pequeña revela una realidad más matizada: en autopista, la autonomía real ronda los 500 kilómetros, mientras que en ciudad, bajo condiciones ideales, podría alcanzar los 900. En definitiva, la autonomía depende más que nunca del estilo de conducción, la velocidad y las circunstancias.

La campaña de lanzamiento refleja la ambición de la ficha técnica. Dirigido por Henry Scholfield y con música de un integrante del dúo electrónico francés The Blaze, el anuncio presenta el coche como artefacto tecnológico y cultural. Las imágenes, de tono abiertamente lírico, muestran al N°8 deslizándose de París a la costa mediterránea con una sola carga, entrelazando referencias a la elegancia francesa y al resplandor de los Juegos Olímpicos de París 2024.

Sin embargo, tras la puesta en escena artística se esconde una realidad de mercado más exigente. Los rivales alemanes y chinos ya ofrecen autonomías similares, a menudo con hojas de ruta técnicas más transparentes. DS, como marca de lujo del grupo matriz de Peugeot, apuesta en cambio por el relato, vendiendo no solo un eléctrico, sino "el arte de viajar".

El precio sigue la conocida fórmula "desde 375 euros al mes" pensada para el renting, aunque el posicionamiento real va más allá de los números y se apoya en la narrativa. El N°8 no busca convencer con kilovatios hora ni calculadoras de autonomía, sino con atractivo de salón, emoción y la promesa de que en esta exageración francesa reside una verdad particular.