
La lenta desaparición del descapotable
Culpe a la epidemia SUV si lo desea, pero el descapotable está desapareciendo silenciosamente del panorama automovilístico. En el año 2000, había 31 modelos descapotables entre los 30 fabricantes más populares del Reino Unido. Para 2025, esa cifra se habrá reducido a tan solo 16, lo que supone un asombroso descenso del 48%. Más revelador aún es que la mayor parte de esa caída ha tenido lugar en los últimos cinco años, cuando el mercado pasó de 29 modelos a la escasa selección actual.
Una nueva encuesta de mercado en el Reino Unido indica que el 68% de las grandes marcas de automóviles ya no ofrece ni un solo descapotable. De nombres como BMW, Fiat, Ford, Jeep, Mazda, MG, Mini, Mercedes, Porsche y Volkswagen, solo cinco —BMW, Mazda, Mercedes, Porsche y VW— han logrado mantener el formato vivo de forma constante durante el último cuarto de siglo.
Incluso Audi, que en su día presumía de coronar su gama con el R8 Spyder, ha abandonado por completo los descapotables.
¿Descapotables eléctricos? Aún más escasos. Solo el MG Cyberster y el Fiat 500e ocupan espacio en el mercado generalista. El Abarth 500e y el Maserati GranCabrio Folgore son aún más exclusivos.
Íconos como el Mazda MX-5, lanzado por primera vez en 1990, aún resisten. Lo mismo ocurre con el Porsche 911 Cabriolet y la menguante gama de BMW Z, Mercedes SL y las opciones a cielo abierto de Volkswagen. Pero con cada vez menos alternativas, el sueño de conducir a cielo abierto se transforma en un recuerdo de coleccionista más que en una categoría real.